Apuntes sobre el diálogo interreligioso en España

Este artículo fue publicado originalmente en francés, con el título Caprice d’une elite? en la Agenda Interculturel, no 266, Octobre 2008. Revista del Centre Bruxellois d’Action Interculturelle (CBAI).

En estas pocas páginas no aspiramos a hacer la crónica del diálogo interreligioso, sino apenas ofrecer unos apuntes de un fenómeno complejo, que en España tiene unas características muy particulares. Como veremos, existe un diálogo no controlado ni por las instituciones ni por las jerarquías religiosas, que surge como iniciativa de organizaciones y de movimientos de base, priorizando los aspectos sociales y de construcción de una cultura de la paz. Sin embargo, este diálogo apenas tiene incidencia social y no contribuye a paliar las discriminaciones que sufren las minorías religiosas en España.

Orígenes: un nuevo pluralismo

La libertad religiosa en España es muy reciente. España viene de un período de quinientos años de religión única impuesta por la fuerza, en el cual judíos, musulmanes, cristianos protestantes y católicos disidentes fueron perseguidos hasta el exterminio. Hasta la Constitución de 1978 no puede hablarse más que de encuentros clandestinos.

La transición española hacia la democracia implicó un giro radical, con la necesidad de nuevos paradigmas y una apertura espiritual que la religiosidad oficial no facilitaba. Es en este tiempo donde se producen las primeras conversiones de españoles, especialmente al hinduismo, al budismo y al islam. Muchos de los conversos de los años setenta y ochenta del siglo pasado son hoy muy activos en el diálogo interreligioso.

Este período de profundo cambio cultural se produce en paralelo al crecimiento del número de inmigrantes, muchos de ellos provenientes de contextos musulmanes y evangélicos. También aparecen grupos judíos, mormones, budistas, hare krisna, baha’is, sikhs, brahma kumaris… España ha pasado en apenas tres décadas de ser el último reducto europeo del catolicismo más tradicionalista, a ser un país que se descubre plural, del negro de las sotanas del franquismo al estallido de colores del nuevo pluralismo.

En este proceso de apertura, destacan una serie de intelectuales cristianos que realizan aproximaciones a otras religiones, en su deseo de “encontrar a Jesús más allá del cristianismo”(2). Tal y como señala Raimon Rivera, se trata de una generación de cristianos que reaccionaron contra una forma “opresora y alienante de vivir su fe”(3). Hay que señalar las figuras de Raimon Panikkar y su aproximación al hinduismo, y otros nombres relacionados con la teología de la liberación: el “obispo rojo” Pere Casaldáliga, Xavier Picaza o Juan José Tamayo.

Puede decirse que el diálogo interreligioso surge en los años 80 del siglo pasado, una vez consolidada la transición hacia la democracia, como parte de la necesidad de intelectuales y grupos cristianos de base de superar una historia en la cual el cristianismo aparece vinculado al poder político y a la represión de la diversidad. Es importante señalar esto, pues el diálogo interreligioso en España se ve muy condicionado por la historia, y se genera por la iniciativa de grupos cristianos críticos con las jerarquías católicas.

La Red Unesco para el diálogo interreligioso

Ya en el siglo XXI, una iniciativa pionera es la Red Unesco de organizaciones dedicadas al diálogo interreligioso, formada en este momento por 19 organizaciones de los países catalanes, incluyendo Cataluña, Valencia y las Islas Baleares. La Red Unesco se constituyó el 2004, tras el IV Parlamento de las Religiones del Mundo celebrado en Barcelona, que reunió a las principales organizaciones y personalidades mundiales de este campo.

La Red fue constituida por una decena de grupos interreligiosos, con la intención de dotarse de una estructura de coordinación que les permitiese interactuar, emprender proyectos conjuntos, ganar visibilidad y estimular la creación de nuevos grupos. Para lograr estos objetivos se decidió realizar anualmente un Parlamento Catalán de las Religiones, que cada año se celebrará en una localidad diferente del territorio.

La primera edición tuvo lugar en mayo del 2005 en Barcelona, con el lema “¿Por qué las religiones en el siglo XXI?” Un lema que denota la voluntad de interrogarse sobre el sentido del hecho religioso en un mundo marcado por la secularización, y en el cual las religiones están llamadas a revisar tanto algunos de sus postulados como su papel en una sociedad moderna.

El II Parlamento Catalán de las Religiones tuvo lugar en Manresa en mayo del 2006. El tema central fue “Religiones y humanización”. El tercero se celebró en Alicante el año 2007, con el lema “Cuidar la tierra, abrazar la vida. La carta de la tierra y el compromiso de las religiones”. Los parlamentos combinan conferencias con talleres, conciertos y exposiciones, constituyéndose en una auténtica fiesta interreligiosa. Se trata, por encima de todo, de una celebración de la hermandad en la diversidad.

Otras iniciativas

Otro nivel del diálogo interreligioso se lleva a cabo desde las instituciones del Estado, y se relaciona con la geopolítica internacional. España ha sido escenario de importantes encuentros de esta naturaleza en la última década. Suelen ser encuentros con un fuerte impacto mediático, pero cuyo carácter efímero es evidente. Merecen recordarse los Congresos Islamo-Cristianos de Córdoba. El primero se celebró en septiembre de 1974. Por primera vez desde el año 1236 se celebraba en la Mezquita de Córdoba la oración del viernes (salat), con la predicación del Ministro de Asuntos Religiosos de Jordania. También el celebrado en junio del 2008 bajo el patrocinio de Arabia Saudí.

Al margen de estas iniciativas típicamente institucionales, existen otras surgidas de la sociedad civil, que merecerían un comentario detallado:

ADIM – Asociación para el Diálogo Interreligioso de Madrid. Creada en el año 2004, al calor de las grandes manifestaciones contra la guerra de Irak, y promovida por sectores afines a la teología de la liberación. Sus fines son los siguientes: “El compromiso por la paz; la opción por las víctimas y excluidos; la apuesta por una espiritualidad interreligiosa; la recuperación de las tradiciones emancipatorias; la denuncia de los fundamentalismos y la defensa alternativa de la democracia y de los derechos humanos”(4).

Cátedra de las Tres Religiones, dentro de la Universidad de Valencia, dedicada a la investigación y la docencia. Se trata de una iniciativa académica, pero en torno de la cual gira un grupo de diálogo interreligioso muy vinculado con los problemas sociales, en el cual participa activamente el Centro Cultural Islámico de Valencia (5).

Foro Espiritual de Estella, en el País Vasco, activo desde el año 2006, y que es presentado del siguiente modo: “Gentes con origen cultural, religioso, geográfico… diferente nos atreveremos a esbozar juntos una misma oración, a ensayar una misma danza sagrada, a elevar un mismo canto… Acércate a Estella-Lizarra con tu mochila de certezas e interrogantes, con tus ganas de escuchar, aprender y compartir, sobre todo con tus ganas de construir otro mundo más bello, alegre, justo y unido, otra Tierra más en sintonía con el Cielo que sostiene”. Nos situamos pues en una perspectiva típicamente new age (6).

Asociación “iniciativa cambio personal, justicia global”, que trata de vincular los movimientos religiosos con movimientos sociales (7).

También debe citarse la tarea realizada por la Iglesia de la Unificación, que ha pasado en una década de la ilegalidad a ser una de las instituciones religiosas más activas en este campo, a la través de la Federación para la Paz Mundial. Especialmente trascendentes son los encuentros anuales en El Escorial, pero también la organización de conciertos, convivencias y conferencias interreligiosas sobre los más diversos temas.

Este diálogo interreligioso aparece habitualmente vinculado a procesos de transformación social y de construcción de una cultura de la paz, siendo habitual que incluya una perspectiva de género. Es necesario recuperar el vínculo entre transformación social y religión. La lucha contra la pobreza es la lucha por la dignidad de todo ser humano, y es del todo inviable pensar esta lucha sin tener en cuenta la religión como el vehículo que dota de sentido a la mayoría de los habitantes de la tierra. Según el jesuita Jaume Flaquer, la implicación en la justicia social es un criterio de validación de la experiencia religiosa. A través del re-encuentro con lo social, las religiones vuelven a su origen, a la experiencia espiritual de desnudez que las genera.

Las reticencias de las jerarquías católicas

Las temáticas y la naturaleza de las iniciativas señaladas nos ponen sobre la pista de un hecho llamativo: la ausencia de las altas jerarquías católicas españolas en el diálogo interreligioso. Debe tenerse en cuenta que la Iglesia española es una de las más conservadoras de Europa. A través de diversas cartas pastorales han reiterado la premisa nacional-católica según la cual “España será católica o dejará de ser España”, y han dado muestras elocuentes de sus dificultades de encajar el nuevo pluralismo.

Un buen ejemplo nos lo ofrece la Instrucción Pastoral “Teología y secularización en España”, firmada por la Conferencia Episcopal Española el 2006. Afirma de modo explícito que la salvación pasa por el reconocimiento del Jesucristo histórico como Hijo de Dios, arremete contra el pluralismo religioso como “relativismo destructor” y concluye que el considerar a las religiones del mundo como vías de salvación es erróneo (8).

A pesar de ello, la Iglesia española está presente en el diálogo interreligioso, en especial a través de comunidades de base y de parroquias. Una iniciativa importante es la de Crislam, promotora de diversos encuentros islamo-cristianos, y dirigida por el sacerdote Padre Galindo Aguilar. En casos como la llamada “parroquia de Entrevías”, en los suburbios más deteriorados de Madrid, los musulmanes participan de las celebraciones con los fieles cristianos, e incluso pueden realizar sus oraciones en la Iglesia (9).

Epílogo crítico

Como todo fenómeno humano, el diálogo interreligioso tiene sus límites e incluso sus miserias. Desde sectores críticos se señala que se trata de un círculo cerrado, que no ha conseguido cambiar las percepciones sociales mayoritarias, en un país poco habituado al pluralismo religioso. El diálogo se produce justo en el momento en el cual se manifiestan de forma cada vez más estridente las resistencias al pluralismo religioso, la islamofobia y las discriminaciones de las minorías religiosas. Las dificultades del desarrollo de la libertad religiosa en España son enormes. Los miembros de las religiones minoritarias son discriminados, y el Estado español privilegia a la Iglesia católica financiando generosamente sus actividades (10).

La situación en Cataluña nos ofrece un buen ejemplo de esta situación. Se trata de la Comunidad Autónoma donde se ha desarrollado una labor más intensa en este campo. Pero al mismo tiempo constatamos que de los 40 casos registrados desde el año 2000 en España de oposición violenta de vecinos a la apertura de mezquitas, 25 han tenido lugar en Cataluña. Como dato significativo, Barcelona es una de las pocas grandes ciudades europeas en las cuales no ha sido construida una mezquita de nueva planta, a pesar de que en ella viven miles de musulmanes cuyos sucesivos proyectos han sido rechazados por el Ayuntamiento. Y eso a pesar de que fue la misma Barcelona la que albergó la Declaración de la Unesco sobre el rol de la religión en la promoción de una cultura de la paz, el año 1994.

Esta situación nos lleva a una conclusión: si bien el diálogo interreligioso es una realidad en España, se trata de una realidad minoritaria e incapaz de hacer frente a los problemas cotidianos. Las religiones siguen siendo percibidas por muchos españoles como compartimentos estancos que separan a los seres humanos en categorías (los musulmanes, los budistas, los judíos…), velando la humanidad de los creyentes mediante estereotipos. Es la hora de que los nos preguntemos porque el desarrollo del diálogo interreligioso y las mil y una actividades realizadas no han logrado transformar en lo más mínimo la sociedad española. Desgraciadamente el estudio de las religiones en las universidades, institutos, editoriales, sufre de un enorme retraso con respecto al Reino Unido o los Estados Unidos y es notoria la poca cultura interreligiosa que existe en la sociedad en general.

Personalmente, el diálogo que entablamos para conocernos y mostrar lo tolerantes que somos ya no me interesa. Si el diálogo interreligioso no tiene nada que ver con apoyar los derechos de la Iglesia de la Cienciología, la apertura de templos de los Testigos de Jehová, iglesias evangélicas, sinagogas y mezquitas, llegará un momento en que deberemos denunciarlo como una tapadera. Si el diálogo interreligioso no nos implica en la lucha contra la islamofobia o contra la judeofobia, entonces deberemos concluir que es algo superfluo. Si el diálogo interreligioso no nos ayuda en el objetivo común de lograr una sociedad más laica, igualitaria y respetuosa con el pluralismo, sin privilegios para ninguna confesión, entonces es un capricho de unas élites separadas de la sociedad.

NOTAS
1 Este artículo fue publicado originalmente en francés, con el título Caprice d’une elite? en la Agenda Interculturel, no 266, Octobre 2008. Revista del Centre Bruxellois d’Action Interculturelle (CBAI).
2 Expresión utilizada por el jesuita catalán Xavier Melloni, en la estela de Raimon Panikkar.
3 Rivera, Raimon. El diàleg interreligiós. Ed. Fragmenta, Barcelona 2007.
4 http://adimadrid.com/adim
5 http://www.uv.es/comunicacio/catedres/trsp.htm
6 http://www.foroespiritual.org/portal/
7 http://personayjusticia.wordpress.com/
8 Puede consultarse el documento completo en la web de la Conferencia Episcopal Española: http://www.conferenciaepiscopal.es/documentos/Conferencia/teologia.htm
9 http://www.sancarlosborromeo.org/
10 La Iglesia católica española recibe más de 5.000 millones de euros anualmente del estado. http://www.elpais.com/articulo/portada/Estado/aporta/000/millones/actividades/Iglesia/elpepisoc/20060930elpepisoc_1/Tes/

Breve bibliografía

En los últimos años han aparecido una serie de libros que son resultado directo de experiencias de diálogo interreligioso en España. Citamos algunos:

Torradeflot, F., Diálogo entre religiones – Textos fundamentales, Trotta, Madrid, 2002
Panikkar, Raimon, El diàleg indispensable, Barcelona: Ed. Proa, 2003
VVAA. El diálogo interreligioso como compromiso. Valencia: Cátedra tres religiones, 2004
Tamayo, Juan José. Fundamentalismos y diálogo interreligioso. Madrid: Ed. Trotta, 2004
Rivera, Raimon. El diàleg interreligiós. Barcelona: Ed. Fragmenta, 2007
Melloni, Javier. Vislumbres de lo real. Barcelona: Ed. Herder, 2007

2 Responses to Apuntes sobre el diálogo interreligioso en España

  1. Adan dice:

    Tu blog ayuda a ese “objetivo común de lograr una sociedad más laica, igualitaria y respetuosa con el pluralismo, sin privilegios para ninguna confesión”. Pero, lógicamente, eso da miedo a las “altas jerarquías”, todas.

    Ya dijo Einstein que era más difícil deshacer un prejuicio que un átomo.

    Poquito a poco se irá avanzando. Espero.

  2. Jaume dice:

    El movimiento de diálogo interreligioso será aquello que nosotros queramos que sea. No está (o no debería estar) ni al servicio de las instituciones, ni ser benefactor de la agenda de esta religión o de aquélla. Esto hace que las expectativas no siempre sean satisfechas (incluidas las expectativas de los propios impulsores o participantes en el diálogo). Lo que, por otro lado, no deja de sorprenderme es la facilidad con que desde el Islam se dejan escapar oportunidades de manos tendidas y corazones abiertos, en nombre de no sé qué ideal que el interlocutor no acaba de satisfacer por entero; unas posibilidades que, por cierto, los representantes de otras religiones saben aprovechar sin tantos remilgos. Pero las puertas seguirán abiertas para quienes tengan el descaro de cruzarlas.

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