La dimensión política del Corán

[Presentación del libro ‘El lenguaje político del Corán’, Universidad de la Laguna, Miércoles 23 de Junio 2010. Acto organizado por la Universidad y el Centro Cultural Islámico Canario].
Bismil-lâhi ar-Rahmani ar-Rahim

Este libro forma parte de la tarea urgente, casi diría imperiosa, de repensar el islam aquí y ahora. El propio título del libro es explícito en cuanto al reconocimiento de una dimensión política en el mensaje del Corán, una dimensión que no puede ser obviada, pues no se trata de algo secundario o periférico, sino central. De hecho, uno de los capítulos del libro lleva por título ‘el islam como movimiento social’. En el Corán, lo político es una prolongación de una cosmovisión y de un mensaje ético y de liberación personal, que constituyen su corazón. Lo ético es político, y la liberación personal conduce indefectiblemente a un enfrentamiento con el poder constituido, cuando éste es injusto o tolera la injusticia. De ahí se desprende el mandato de luchar contra toda forma de opresión o tiranía, ya sea económica, cultural, racial, política o religiosa. El Corán establece la dualidad entre oprimidos y opresores, y nos dice que Dios esta siempre con los perseguidos. Esto es algo que tanto la letra como el espíritu del Corán ponen de manifiesto, y forma parte de los valores que el musulmán ha interiorizado, de modo que cualquier negación o intento de extirparle esta dimensión social se le presenta como una profanación de su naturaleza más profunda.

El Corán no es un libro de política, ni propone un modelo unívoco de sociedad ni un sistema de gobierno. Pero contiene una serie coherente de principios éticos o valores relativos al ser humano y sus relaciones con otros seres humanos y su entorno, de forma literaria y no tematizada. En el Corán los contenidos políticos, como los éticos o los cosmológicos, aparecen dispersos en el texto, formando parte de un todo en movimiento. Existe un mensaje social y ético discernible, pero corresponde a cada comunidad el decidir como puede (o no) implementarse dicho mensaje en sus propias circunstancias.

Existe una conciencia previa de que los modelos vigentes no nos sirven, no responden a las necesidades del presente, en muchos aspectos han sido superados y permanecen anclados en un universo histórico y mental que choca con la experiencia que los musulmanes podemos tener del islam en la contemporaneidad. En relación a la dimensión política, existen dos concepciones que mediatizan la lectura del Corán:

1.     El pensamiento político islámico clásico, mayoritariamente elaborado y aplicado en el contexto de sociedades totalitarias y patriarcales, que ha tendido a transformar el islam en una religión al servicio de los poderosos.

2.     La ideología islámica, surgida como ideología política de resistencia a la colonización.

Este libro se sitúa en la línea de repensar este legado, volviendo al Corán, para leerlo en el nuevo contexto de la globalización y el postislamismo, es decir: en el contexto de la globalización neoliberal y del fracaso de la utopía política islamista. El discurso anti-occidental ha acabado ahogando la fuerza revolucionaria del islam y convirtiéndose en mera retórica de los poderosos para justificar su tiranía. De hecho, la ideología islamista parte de una fractura mental entre lo islámico y lo occidental que en última instancia valida la ideología neocón del choque de civilizaciones y por tanto beneficia a los intereses del nuevo imperialismo. Ninguna ideología de la alteridad logrará despertar las energías y crear las sinergias necesarias para enfrentarse a la depredación planetaria operada desde los centros de la globalización corporativa. Ni esta globalización es “Occidente”, ni Bin Laden “el Islam”. Muy especialmente, deben superarse las visiones legalistas del islam, que conducen a una múltiple fractura entre islam y occidente, islam y derechos humanos, islam y feminismo… Una serie de fracturas que son explotadas por el imperio para socavar y deslegitimar las resistencias musulmanas.

El enemigo no es occidente, ni la modernidad, ni los derechos humanos, ni la democracia, ni la igualdad de género. El enemigo es la globalización neoliberal, las crecientes desigualdades, el desarrollo a toda costa, la destrucción del medio ambiente, el militarismo, la nueva barbarie que se impone como una apisonadora, desarraigando a los pueblos de sus tradiciones ancestrales y reduciendo al ser humano a una dimensión de productor-consumidor, en nombre ese dios cruel que es el mercado.

¿Cómo no rebelarse ante esta situación? Es en este contexto que considero urgente recuperar la dimensión igualitaria, pluralista y democrática del Corán, como única forma de mantener vivo el mensaje social del Corán en el siglo XXI, como motor de transformación y de mejora de nuestras sociedades. Esta recuperación pasa por poner en primer término algunos conceptos coránicos que han sido dejados de lado o que han sido interpretados en una clave diferente.

La práctica de la shura

El primero de estos conceptos es el de la shura o concertación. Dice el Corán: los creyentes tienen por norma consultarse entre sí en todos aquellos aspectos que afecten a la comunidad. Los arabistas suelen presentar a Muhámmad como un monarca todopoderoso, un Profeta investido de un poder absoluto. Nada más lejos de la realidad. En la mezquita de Medina se reunían todos los miembros de la comunidad, mujeres incluidas, para discutir y buscar soluciones de consenso a los problemas que se planteaban. Como prueba del alcance de la shura, se conocen decisiones tomadas de forma colectiva en contra de la opción defendida por el propio Profeta.

Uno de los episodios más significativos al respecto es el de la batalla de Uhud. Amenazados por los quraishíes que se dirigían contra Medina, los creyentes se reunieron para deliberar y tomar una decisión conjunta. Dado que había opiniones diferentes, se decidió por mayoría salir al encuentro de los quraishíes, en oposición a la opinión del propio Profeta, partidario de esperar. La vida de la comunidad estaba en juego, y Muhámmad no apeló a su autoridad como líder de la comunidad o como Mensajero de Dios para tratar de imponer su punto de vista. Como es sabido, la decisión tomada en concertación fue la causa de la derrota de los musulmanes. Este es el contexto de la revelación de la aleya 3: 159, en la que Al-lâh reafirma la shura:

Y fue por una misericordia de Al-lâh,
que trataste [Oh Profeta] con suavidad a tus seguidores:
porque si hubieras sido severo y duro de corazón,
ciertamente, se habrían apartado de ti.
Así pues, perdónales y pide perdón por ellos.
Y consulta con ellos en todos los asuntos de interés público;
luego, cuando hayas tomado una decisión, pon tu confianza en Al-lâh:
pues, ciertamente, Al-lâh ama a quienes ponen su confianza en Él.
(Corán 3: 159)

Es decir: a pesar de la decisión “errónea” de la shura, Dios mismo confirmó que este era el procedimiento correcto. Para Muhámmad, contrastar y consensuar las decisiones era lo normal entre miembros de una comunidad concebida como igualitaria. Siendo así, es lógico que el Profeta no solo aceptase sino valorase de forma positiva la diversidad de opiniones entre los propios musulmanes, hasta el punto en que existe un hadiz categórico: “La divergencia de opinión en la umma es una Misericordia de Al-lâh para la gente”.

Soberanía pertenece a Dios

El Corán no enseña que Al-lâh es el único Soberano y que a Él pertenece el Poder en exclusiva. Esto quiere decir que nadie puede arrogarse para si mismo la soberanía, ni el ejercicio exclusivo del Poder. Nadie tiene derecho a imponer sus puntos de vista en nombre de Al-lâh. El ser humano que se reconoce sometido únicamente a Dios no acepta ningún poder mundano como absoluto. Solo respeta dicho poder en la medida en que responda a criterios éticos superiores.

Rechazo de la tiranía

En el Corán, tiranía e idolatría son inseparables, y ambas están asociadas a la pretensión de algunos poderosos de representar a Al-lâh sobre la tierra, tanto a nivel político como religioso. El monoteísmo no se asocia al monolitismo y al totalitarismo, sino a la libertad de conciencia y a la liberación de toda dependencia de poderes mundanos. Algo a tener en cuenta es que en el Corán casi todas las figuras negativas son creyentes: tanto los idólatras como los hipócritas como aquellos judíos y cristianos desviados del judaísmo y del cristianismo primigenio. El taagut y el shirk (tiranía e idolatría) convergen en las figuras de Nimrod y el Faraón, con los cuales se enfrentaron Abraham y Moisés. El Profeta es el portavoz de la rebelión de los oprimidos frente a un poder constituido, que usurpa el poder de Dios. En el pensamiento político islámico el Faraón ha quedado como ejemplo de la equivalencia entre idolatría y tiranía. Este es el punto crucial del lenguaje político del Corán, sobre el cual no debemos engañarnos: también el Faraón era un hombre religioso, que pretendía ejercer el poder en nombre de un dios con el cual se identificaba y al cual representaba.

Este rechazo de la tiranía en nombre de Al-lâh se extiende a la aceptación de los profetas o los hombres religiosos como objeto de adoración en vez de a Al-lâh:

Es inconcebible que un ser humano a quien Al-lâh ha dado la revelación,
un criterio justo y la Profecía, diga luego a la gente:
“Adoradme a en vez de Al-lâh”; sino más bien [les exhortó]:
“Haceos hombres de Al-lâh (rabbani) divulgando el conocimiento
de la escritura divina y profundizando en su estudio.”
Y tampoco os ordenó que tomarais por señores vuestros
a los ángeles y a los profetas.
(Corán 3: 79-80)

El rechazo del shirk conduce a la rebelión contra la tiranía de aquellos que pretenden en erigirse en “representantes de Dios sobre la tierra”. At-taagut representa todas aquellas tendencias que pretenden usurpar el poder de Al-lâh, constituyéndose en sus representantes. Cuando el musulmán reivindica que ‘todo el poder viene de Al-lâh’, lo que está diciendo es casi lo contrario a lo que esta frase significaba en el Antiguo Régimen, en el cual se refería a una soberanía divina ejercida por un poder absoluto centralizado en la figura del monarca. Cuando el musulmán se refiere a la Soberanía de Al-lâh, está denunciando la usurpación del poder por parte de una oligarquía.

Califato

La importancia de la consulta mutua solo se comprende desde la consideración del ser humano como califa de la creación, responsable tanto de si mismo como de su entorno y de todos los asuntos que afectan a su comunidad. Aunque el Corán menciona en una ocasión al Profeta David como califa de Al-lâh, en diversos pasajes está claro que el califato es un principio que afecta a la humanidad en su conjunto:

Él es quien os ha hecho califas Suyos en la tierra.
Por eso, quien se empeña en negar la verdad,
esta negación suya recaerá sobre él.
(Corán 35: 39, ver también Corán 6: 165)

En estas aleyas se vincula directamente el califato con la responsabilidad personal de cada individuo, el hecho de que cada criatura es responsable de sus actos, y no puede delegar en otro la carga por su comportamiento. El Corán otorga al ser humano todo el peso en el gobierno de su vida, tanto a nivel individual como colectivo.

Uso de la razón para entender y aplicar la revelación en nuestro tiempo

El Corán llama a los musulmanes al uso de la razón y a la búsqueda del conocimiento, a reflexionar sobre la Creación, a escrutarla y descubrir sus mecanismos. Apela a la razón para interpretar la revelación y aplicar sus preceptos según las circunstancias. En el Corán se afirma que el deber del musulmán es tratar de comprender la revelación a través del intelecto, reflexionando sobre la Creación de Al-lâh desde una postura de reverencia y de respeto, no desde el afán de manipulación y de dominio. Existen numerosos versículos que nos hablan del papel central de la razón dentro de la cosmovisión islámica (Corán 3:190-191; 2: 164).

Todo esto está basado en el principio de que cada creyente tiene la capacidad de recibir la revelación y de aplicarla en su vida según Al-lâh le de a entender. El uso de la razón es esencial al islam, tal y como el Corán nos dice en muchos otros pasajes. Lo que el Corán nos propone es usar nuestra razón para comprender aquello que nos rodea, no a través de aplicarle ningún saber positivo, sino en ser capaz de recibir el sentido directamente como experiencia que emana de una Realidad en constante movimiento, y por eso capaz de transformarnos.

Crítica del seguimiento ciego de la religión heredada

En el Corán, el uso de la razón es contrapuesto al seguimiento ciego de la religión de los ancestros, y puede definirse como una repetición mecánica de ritos y consignas que son aplicados por fidelidad a las costumbres de los antepasados, a pesar de que han dejado de aportar sentido y de nutrir la vida espiritual de sus repetidores.

Cuando Abraham hecha en cara a los suyos que veneren formas muertas (ídolos), estos le responden:

¡Pero hallamos que nuestros antepasados hacían lo mismo!
(Corán 26: 73).

¿Qué es lo que sustenta un culto tan vacío, basado en la religión entenida como co0njunto de normas heredadas y no como un compromiso personal? El propio Abraham nos ofrece una respuesta:

Habéis dado en adorar ídolos en lugar de Al-lâh
únicamente por mantener un lazo de amor, en esta vida, entre vosotros…
(Corán 29: 24)

Lo que mantiene en pie la adoración de las formas vacías de la religión cosificada es el intento de mantener lazos de amor tribales, unos lazos basados en la conveniencia y la construcción de identidades, antes que en la conciencia de Al-lâh. Frente a esta tendencia, el Corán nos presenta la historia de diferentes Mensajeros, los cuales tienen como misión el liberar a los hombres de la religión de los ancestros y devolver al hombre su mirada hacia lo abierto, hacia la Realidad Única. Esto es necesario cada vez que una comunidad se cosifica, remitiéndose a los sabios del pasado.

…cuando cometen un acto deshonesto, suelen decir:
“Hallamos que nuestros padres lo hacían,”
y, “Al-lâh nos lo ha ordenado.”
Di: “Ciertamente, Al-lâh no ordena actos abominables.
¿Vais a atribuir a Al-lâh algo de lo que no tenéis conocimiento?”
(Corán 7: 28-29)

La excusa de los que realizan “actos abominables” es siempre la misma: refugiarse en la costumbre, en un saber ya constituido, acabado. Estas aleyas son aplicables a unas gentes que “creen estar siguiendo la revelación”, a pesar de que no razonan por ellos mismos, sino que adoptan las soluciones heredadas. ¡Es impresionante ver como el Corán retrata y acusa a los musulmanes del presente! ¿Cuántas veces no hemos visto a los «sabios oficiales» el remitirse al «consenso de los sabios» del pasado? ¿Cuántas veces no hemos visto como prácticas anti-islámicas se perpetúan entre los musulmanes, y cómo se acusa de innovadores a todos aquellos que apelan al Corán para luchar contra costumbres misóginas y oscurantistas?

La negación de la revelación es equiparada en el Corán a la imitación ciega de las costumbres de los antepasados. Los hombres que hacen esto son como las bestias, incapaces de usar su razón, sordos mudos y ciegos ante Al-lâh. En todos estos versículos, el Corán establece una clara distinción entre dos principios contrapuestos:

  • Seguimiento ciego de la religión heredada, asociado a la ceguera de los corazones y la implementación de leyes crueles.
  • Uso de la razón para comprender la revelación, lo cual implica no delegar en nada ni en nadie la responsabilidad de la propia comprensión de su mensaje.

Si unimos los conceptos que hemos mencionado, vemos como el mensaje del Corán es absolutamente coherente. No nos da una fórmula cerrada, sino que compromete a todo nuestro ser en la tarea de aplicar dicho mensaje, aquí y ahora, pues las condiciones en que debe ser aplicado son cambiantes. La democracia se adapta perfectamente al mensaje del islam, la pluralidad favorece la renovación de los discursos y la realización personal de los creyentes. Mientras la Soberanía pertenece a Al-lâh, éste ha delegado en los seres humanos, quienes deben organizarse de forma que respete el ejercicio de la responsabilidad individual de todos los miembros de la comunidad. La idea de que Al-lâh es el único Soberano no puede entonces convertirse en una excusa para instaurar regímenes despóticos, ni legitimar gobiernos en los que los ciudadanos no puedan ejercer su califato. Por el contrario, debe partir de la consideración de la idea de la mayoría de edad del ser humano, como ser capaz de acción y raciocinio, criatura emancipada de toda forma de control ideológico, que debe rendir cuentas ante Al-lâh. Como califa de Al-lâh, cada ser humano debe asumir la responsabilidad del cuidado del mundo, en la medida de sus posibilidades. Y para ello el uso de la razón es indispensable, aquello que nos permite superar la religión de los antepasados y abrirnos a aquello que Al-lâh quiere de nosotros, aquí y ahora.

Pluralismo religioso

El Corán presenta el pluralismo religioso como un bien, considera a todas las grandes tradiciones de la humanidad como caminos de salvación legítimos, emanados del Dios Único, y no establece distinción de rango entre los profetas enviados por Dios a la humanidad. En el Corán, la diversidad es un signo de la capacidad creadora de Al-lâh (Corán 30: 22). La pluralidad de formas de adoración es algo querido por Al-lâh (Corán 22: 67) Todas las religiones reveladas son vías de salvación legítimas (Corán 2: 62). Estas formas de adoración ­tienen su origen en revelaciones sucesivas, venidas del mismo Al-lâh (Corán 16:36). El profeta Muhámmad se inscribe en la lista de los mensajeros enviados por Al-lâh (Corán 35: 24). El Corán afirma que todos los profetas gozan del mismo rango a los ojos de Al-lâh, y exhorta al musulmán a creer en todas las tradiciones reveladas y a no hacer distinciones entre los profetas (Corán 3: 84). Desde el momento en que las considera todas las religiones reveladas por Al-lâh, sin que exista superioridad de ninguna de ellas sobre las otras, el musulmán tiene la obligación de creer en todas ellas (Corán 42: 15). Es decir: los musulmanes están obligados a considerar que los diferentes Libros revelados a todos los pueblos tienen un origen divino, y debo creer en todos ellos, sin hacer distinciones.

Existe un hadiz donde Muhámmad afirma: “Los profetas son hermanos e hijos de diferentes madres, pero su dîn (religión) es uno”. Esto es lo que en el pensamiento islámico tradicional se conoce como wahdat-e-deen, la unidad de todas las religiones en el Uno. Esto no se limita al tópico de las “tres religiones monoteístas”, que nada tiene que ver con el islam. Durante la historia, diferentes pueblos y grupos religiosos han sido considerados por los juristas musulmanes como ahl al-Kitab: Gentes del Libro, comunidades que se guían por libros inspirados o revelados por Al-lâh. Existe un dicho del profeta Muhámmad según el cual los Profetas (nabi) enviados a la humanidad fueron 144.000, y los Mensajeros (rasul) 313. Una y otra vez, el Corán dice lo mismo: todas las religiones vienen de Al-lâh Único, y por tanto debemos creer en todas ellas. Hay que remitirse a Al-lâh como el origen de todo lo diverso, incluyendo las divergencias entre religiones. El más noble a los ojos de Al-lâh no lo es por ser miembro de una determinada confesión, sino por tener un grado mayor de conciencia de Al-lâh (taqua).

Justicia social

Pero en el centro del mensaje político del Corán está sin duda la dimensión de igualdad y justicia social. De hecho, el Corán establece una conexión íntima entre lo social y lo espiritual. El islam es, desde sus orígenes, un movimiento social, en el cual el mensaje de salvación es indisociable de la consecución de la lucha contra la opresión y del establecimiento de la equidad en la tierra. Existe una conexión directa entre el mensaje propiamente religioso y el mensaje social, una conexión orgánica y vinculante: no hay salvación sin lucha por la justicia social. No se puede ser musulmán sin embarcarse en un yihad contra toda forma de opresión. Existe una conexión entre el yihad y la consecución del logro supremo del Jardín:

¿O es que pensáis que entraréis en el Jardín
sin que Al-lâh tenga constancia de que os habéis esforzado,
y tenga constancia de que habéis sido pacientes en la adversidad?
(Corán 3: 142)

Como movimiento social, el islam surgió para recusar todo status quo o poder político y religioso coercitivo, a liberar a los seres humanos de las relaciones de poder, para fundar una vida en común basada en la hermandad, la igualdad y la justicia social, en el cual el único Soberano es Al-lâh. El Corán es meridianamente claro en este punto.

Proclamar la unicidad de Dios implica, necesariamente, recusar toda pretensión de soberanía por parte de los poderes de este mundo. De ahí la insistencia del Corán en rechazar la arrogancia de los poderosos frente a los débiles: la oposición entre las categorías antagónicas de los mustadz’afûn (los oprimidos) y los mustakbirûn (los poderosos), lo cual ha sido interpretado en la modernidad en términos de lucha de clases. Siendo una recusación de la opresión, el islam está siempre del lado de los débiles, de los perseguidos, de los oprimidos, de los desheredados de la tierra.

Frente a la opresión de los poderosos, el Corán sitúa la hermandad, la ayuda mutua, la generosidad y la equidad. El Corán insiste en definir a los creyentes como aquellos que comparten de sus riquezas con los necesitados, que alimentan al huérfano y al pobre, que son equitativos y no acumulan riquezas para si mismos. Ahí surge la dialéctica entre opresores y oprimidos. Dios está siempre con los perseguidos, con los que pasan hambre o sufren discriminaciones. Creo que el musulmán debería sentir una simpatía natural hacia cualquiera que sufra persecución, y si la sufre en nombre del islam, debería rebelarse ante tamaña impostura. Frente a la tiranía y opresión, el Corán sitúa la consulta mutua, la ayuda mutua, la equidad, la hermandad y la igualdad en dignidad de todas las criaturas, como Hijos de Adán.

Pero esta equidad no se logrará sin superar los apegos personales, la idolatría de la posesión y del dinero, la idolatría del poder. Igual que el Evangelio, el Corán deja clara la imposibilidad de ser rico y entrar en el Reino de los cielos. Aquellos que alcanzarán el Jardín son aquellos que se han transformado a si mismos a través de un trabajo (de un yihad) que abarca aspectos individuales y comunitarios, tanto a nivel externo como interno. El abandono del egoísmo y del amor a las riquezas está ligado a la confianza en Al-lâh (imam). El actuar con equidad es lo más próximo a la conciencia de Al-lâh (taqua). En definitiva, el Corán establece una conexión íntima entre cambio personal y transformación social.

Dimensión económica

En nuestro libro El islam anterior al Islam (ed. Oozebap 2007) nos hemos referido largamente al tema de la prohibición de la usura establecida en el Corán (Corán 2:275-281). La palabra coránica que se traduce por usura es riba, literalmente ‘incremento’: no existe una diferencia entre préstamo con interés legal y usura, porque todo incremento es riba. La usura genera desequilibrio, tanto entre ricos y pobres como entre sur y norte. Ha conducido a la ruptura de la solidaridad y el desencuentro entre los diferentes pueblos que habitan el planeta. Frente a la usura, debemos recuperar la idea del comercio justo. El islam ha previsto el zakât, como un mecanismo de redistribución de la riqueza.

Dimensión ecológica

El musulmán tiene un hondo sentido de la presencia de Dios, de que Dios se manifiesta a través de su Creación y de que la Naturaleza es un tesoro que debe preservarse. El componente ecológico es tan esencial al islam que los musulmanes ni tan solo han tenido que manifestarlo, ni necesitan leer sobre ello. La idea central de la cosmovisión islámica es el tawhid, la unicidad de todo, una visión holística de la creación como un todo integrado. Dios en el Corán es un principio creador activo en la naturaleza, y no un motor inmóvil y distante. Existen numerosos hadices acerca del respeto a la naturaleza. El plantar árboles es una acción meritoria. Existe un hadiz: “Si llega la hora del Día del Juicio cuando uno de vosotros sostiene en sus manos un plantón de palmera, que se apresure a plantarlo”.

Es importante señalar que la concepción islámica del medio ambiente no se queda en la teoría, y se manifiesta en normas emanadas del Corán y de la Sunna, y desarrolladas en la sharia. Estas normas contemplan la protección del medio ambiente y de los animales. En el islam se considera que los recursos naturales y la vida salvaje tienen sus derechos, derechos no en sentido abstracto, sino en el sentido jurídico. La tierra es considerada como un regalo de Al-lâh, su auténtico propietario. Si el depositario de esta propiedad hace un mal uso de la tierra, la destruye o no la utiliza para los fines que debería, puede ser despojado de su propiedad.

El profeta Muhammad enfatizó el derecho a reclamar el uso de una tierra. Existe un hadiz que afirma: “Cualquiera que de vida a una tierra muerta, la recompensa que esta tierra de es para él y, en caso de que cualquier criatura que busque alimento coma en ella, debe ser considerado como una caridad por su parte”. Además, se establecen normas para evitar el monopolio de recursos necesarios para la comunidad. Por ejemplo: se prohíbe situar una granja al lado de un recurso acuífero, de manera que lo monopolice y afecte a otras granjas. También se protegen para el uso común pozos y otros acuíferos.

Es sabido que existen zonas llamadas haram, como la zona prohibida de la Meka, o los famosos harenes de mujeres, tan del gusto de los orientalistas. Pero es menos conocido que la sharia estableció hace ya siglos zonas naturales protegidas, que reciben el nombre de hima. Estas pueden constituir reservas naturales en las cuales toda actividad humana esta vedada, o espacios protegidos parcialmente, en los cuales no se puede cazar durante determinadas temporadas o en los cuales la tala de árboles está prohibida. Estas zonas suelen contener acuíferos alrededor de los cuales la vida animal y vegetal se desarrolla. Se trata de limitar o vedar la explotación humana de zonas vitales, con el objeto de preservarlas. El propio profeta Muhammad estableció varias de estas zonas, especialmente alrededor de Medina, rodeando cursos de agua y otras zonas vitales para la supervivencia colectiva.

También los animales tienen sus derechos, reconocidos como tales en la sharia. El hombre puede usar a los animales para su bien, esto forma parte de sus necesidades naturales, pero no puede usarlos a su capricho: los animales tienen sus derechos, no son seres sin alma a los cuales se pueda tratar de cualquier modo. En el Corán, los animales tienen nafs, alma, forman comunidades, se comunican con Al-lâh, lo adoran, cantan sus alabanzas…

El Profeta prohibió a sus seguidores el causar daño a cualquier animal y les pidió que se aseguraran de estar cumpliendo con los derechos de los animales. En una ocasión, Muhammad contó la historia de un hombre que, tras una larga caminata y al sentir sed, bajó a un pozo para beber. Al salir, ve a un perro jadeando de sed que comía barro. El hombre se dice: “este perro está tan sediento como lo estaba yo”, y vuelve a bajar, llena su zapato del agua, lo agarra con sus dientes y vuelve a subir para dar de beber al perro. Al-lâh le agradeció su buena obra y le perdonó los pecados. Le preguntaron entonces “Oh, Muhammad, ¿tendremos entonces una recompensa por ser buenos con los animales?”. El Profeta contestó: “Cualquier bien que se haga a una criatura viva obtiene una recompensa”. Muhámmad no distinguía entre hacer el bien a los humanos o a otros seres vivos.

Epílogo

Estas son solo algunos de los temas que he tratado en este libro, de un modo modesto, sin tratar de entrar en grandes disquisiciones. La tarea de recuperar la dimensión democrática, social, liberadora e igualitaria del Corán. Desde la recuperación de esta dimensión los musulmanes nos situamos en la mejor disposición para contribuir a una sociedad y un mundo más justos. Pero esta contribución no puede hacerse desde el supremacismo, ni desde la ideología islámica, en la medida en que esta significa la transformación del islam en una ideología política de dominio.

Frente a estas, reivindico la necesidad del paradigma interreligioso y la colaboración de los musulmanes con el movimiento altermundista. El único modo de salvar estas fracturas es pensar una ideología islámica de la liberación en convergencia con otros movimientos similares a lo largo del planeta. Los musulmanes no están solos en la lucha. No pueden seguir pensando su lucha de espaldas al resto del planeta, ni en términos de supremacismo islámico. Una ideología que divide el mundo entre el islam y occidente o entre creyentes y no-creyentes no tiene nada positivo que aportar. La situación contemporánea nos aboca al sincretismo y a la aceptación de valores universales. Cree que el islam tendrá que rearticularse en relación al capital globalizado. Como resultado del proceso de globalización, las masivas migraciones de trabajadores han desmantelado la dicotomía “centro-periferia” u “islam-occidente”, que pudieron tener su razón de ser durante la época colonial. En uno de los capítulos del libro defiendo el paradigma interreligioso y señalo puntos de encuentro respecto a la teología cristiana de la liberación, llamado a un entendimiento.

Se trata de una tarea sin duda urgente, sin duda necesaria. Creo que los musulmanes tenemos que dar mucho en la situación contemporánea, pero para poder contribuir a la tarea de crear un mundo más solidario y justo, debemos realizar una crítica a fondo de nuestra tradición política, que ha transformado el mensaje liberador del islam en un instrumento de represión, de alienación y de control social. En definitiva, se trata de oponer la teología islámica de la liberación a la supremacía del islam reaccionario. Las potencialidades revolucionarias del islam deben ser puestas al servicio de la humanidad, y no al servicio de la causa exclusivista del islam. Si queremos revivir el mensaje político del Corán y hacerlo operativo en nuestro tiempo, debemos aprender a pensar en términos de diversidad y convergencia, más allá de las fracturas mentales que el colonialismo nos ha injertado.

Pero solo Al-lâh sabe.

Foto tomada tras la presentación del libro, Universidad de La Laguna 2010.

40 Responses to La dimensión política del Corán

  1. Ernesto dice:

    Movimiento asambleario, autogestión. Me encanta, anarquismo en el Corán. Igual que hay anarco-cristianos, aquí tenemos anarco-musulmanes, ya en el S VII.
    Cuanta mierda nos venden los sionistas.
    Por cierto, ya leí el libro, está bastante bién.

  2. abdennurprado dice:

    Gracias por leer el libro!

    Fíjate en este dato: la arabista Patricia Crone (nada simpatizante del islam, por cierto) dedica un artículo a los «Anarquistas musulmanes en el siglo IX» (Past and Present. 2000; 167: 3-28.

    Saludos

  3. ben dice:

    Assalam a todos,
    Me gustaria haber 2 copias de este libro
    como pagarles asi mandaré mi direccion
    Gracias

  4. Ernesto dice:

    MUYAHID
    Pues sí, muy interesante, muchas gracias muyahid

  5. abdennurprado dice:

    Gracias por el enlace, Muyahid, muy interesante.

  6. lyon dice:

    Es un abuso pretender que el Islam fue un sistema anarquista en el principio. No creo que una organización puramente guerrera, que se dedicaba al pillaje de caravanas tiene nada que ver con el anarquismo.

    • abdennurprado dice:

      Por lo menos hay una coincidencia: al igual que a los musulmanes, a los anarquistas también se les ha demonizado. ¡Hay gente que no soporta la libertad!

  7. lyon dice:

    Una gente dedicada al pillaje no creo que sea ningún ejemplo de organización política.

    ¿Son también de ideología anarquista los salteadores de caminos? No creo que dedicarse a asaltar caravanas tenga nada que ver con la libertad del ser humano, más bien son gente que causa daño y priva de libertad a gente honrada.

    No creo que el Islam tenga nada que ver con el anarquismo. Es una burda maniobra, como la de su invento del feninismo islámico, pretender hacer creer a incautos que el islam era anarquista, solo faltaría que pretendiera confundir la organización guerrera, dedicada fundamentalmente al asalto de caravanas y la guerra, recuerde que la batalla de Badhr fue un asalto a una rica caravana que iba a La Meca, con una organización de tipo anarquista. El anarquismo es algo más que ésto,…

    • abdennurprado dice:

      Te guste o no, el islam es para mi una forma de anarquismo místico. Es una vía mística de unión con Dios, y una forma de organización igualitaria de la sociedad, basada en la asamblea, el consenso y en el apoyo mutuo. Aunque no espero que puedas comprenderlo, esclavizado como estas por el odio y los prejuicios.

  8. lyon dice:

    Hablo basado en la historia. Los hadices son claros: Mahoma y sus compañeros estuvieron guerreando desde que llegaron a Medina, vivían del asalto a caravanas y por supuesto su organización era de banda de bandidos o piratas del Caribe. Supongo que su vasta erudición sabrá que los piratas de la Isla Tortuga tenían una organización supuestamente anarquista,…

    La conquista de grandes territorios en la primera fase de la expansión musulmana fue debida a que era un movimiento conquistador, que simplemente iba reclutando nuevos guerreros a medida que conquistaba territorios hasta que se encontró con Asturias,..

    Lo de su anarco-islamismo es un puro invento suyo y por supuesto rechazado por muchos ulemas que no creen que el Islam debe ser político sino religioso. Muchos ulemas quieren que el Islam sea una relígión pacífica como las demás.

    El salafismo pretende precisamente volver al Islam de los tiempos de Mahoma y por lo que dice la policía autónoma es seguido por el 20% de los islamistas catalanes. En algunos lugares de Europa se han prohibido

    • muyahid dice:

      La idea de un Islam basado en la conquista por la espada se desmiente simplemente considerando las proporciones númericas. Pretender que unos pocos miles de guerreros prodecentes del desierto acabaron en escasos años con dos de los grandes imperios de la época, como el Sasánida y el bizantino, sólo por la fuerza de las armas es un ejercicio de historia-ficción. Sólo Constantinopla, capital del imperio bizantino, tenía más habitantes que toda la Península Arábiga. Si el Islam se redujese simplemente a un imperio que se impuso por medio de la violencia y el poder militar, no habría sido capaz de convertirse en el modelo de vida para tantos millones de seres humanos. Habría pasado por la historia como el imperio mongol o la misma Unión Soviética.

    • muyahid dice:

      Además, ud. se resiste aceptar que el Islam sea un fenómeno plural. La corriente «anarquista» dentro del Islam existió desde su mismo inicio con personajes como Abu Dharr, muy cercanos al Profeta, o movimientos como el de los cármatas. La diversidad que ud. acepta con naturalidad en el mundo cristiano-occidental la niega de plano en el ámbito del Islam. La cuestión no es cuál es el Islam «verdadero», (que ud, por supuesto, identifica con la violencia y la destrucción) sino en aceptar esa diferencia que, de hecho, existe. ¿Qué occidente es el verdadero, el de la revolución francesa, que declaraba la «libertad, la igualdad y la fraternidad», o el del nacionalsocialismo, que afirmaba la superioridad racial de los arios? Los dos son manifestaciones de una misma civilización. Lo mismo oacurre con la civilización islámica.

  9. muyahid dice:

    Por cierto, ¿Por qué, en vez de fijarse en ese supuesto 20% de salafistas, no hace hincapie en el restante 80% de población musulmana que no lo es?

  10. lyon dice:

    En otras religiones no existe un 20% partidario de la guerra contra los que pertenecen a otras religiones. Piense que cuando los talibanes volaron las estatuas de Buda de Bamiyan los budistas no mataron a ningún musulmán ni incendiaron ninguna embajada islámica a pesar que el asunto produjo un profundo pesar en el mundo budista y shintoista. El que tan solo entre el islamismo exista un 20% de gente partidaria de la guerra contra los infieles, de la separación del mundo entre la tierra del Islam y la tierra de los infieles ya debería ser motivo para que los demás musulmanes tomaran el asunto seriamente,…

    • muyahid dice:

      ¿Ese dato está contrastado o se lo saca ud. de la manga? El pesar que produjo la voladura de las estatuas no fue menor entre los musulmanes de bien, que son la mayoría. E incluso le diría que entre los salafistas existe un porcentaje significativo que no quiere acabar con otras religiones. Arabia Saudi es salafista y es un gran aliado de Occidente ¿quiere occidente acabar con otras religiones? Por otro lado, ¿quién le ha dicho a ud. que los demás musulmanes no nos tomenos seriamente el asunto? Como siempre, su imaginación y sus prejuicios van por delante de la realidad.

    • abdennurprado dice:

      Lyon, te informo de que el islam es perseguido en todos los países donde el budismo es la religión principal (e incluso la religión de Estado). Tras el bombardeo de las estatuas de Bamiyan claro que se produjeron pogromos anti-musulmanes. El más sonado, en Taungoo, Birmania, con centenares de muertos

      http://en.wikipedia.org/wiki/Islam_in_Burma#Anti-Muslim_Riots_in_Sittwe_.26_Taungoo_.282001.29

      El hecho de que los medios occidentales no reflejen estas persecuciones no quiere decir que no sucedan, quiere decir que los medios occidentales tienen una agenda, y en esta agenda no entra el mostrar a los musulmanes como víctimas.

    • abdennurprado dice:

      Copio, de wikipedia:

      Anti-Muslim Riots in Sittwe & Taungoo (2001)

      Tension between Buddhists and Muslims was also high in Sittwe. The resentments are deeply rooted, and result from both communities feeling that they are under siege from the other. The violence in February 2001 flared up after an incident in which seven young monks refused to pay a Muslim stall holder for cakes they had just eaten. The Muslim seller, a woman, retaliated by beating one of the novices, according to a Muslim witness. He attested that several senior monks then came to protest and a brawl ensued. One of the monks was hit over the head by the Muslim seller’s husband and started to bleed. Riots then broke out. A full-scale riot erupted after dusk and carried on for several hours. Buddhists poured gasoline on Muslim homes and properties and set them alight. More than thirty homes and a Muslim guest house were burned down. Police and soldiers reportedly stood by and did nothing to stop the violence initially. There are no reliable estimates of the death toll or the number of injuries. More than twenty died according to some Muslim activists. The fighting took place in the predominantly Muslim part of town and so it was predominantly Muslim property that was damaged.[144]

      In 2001,Myo Pyauk Hmar Soe Kyauk Hla Tai , The Fear of Losing One’s Race, and many other anti-Muslim pamphlets were widely distributed by monks. Distribution of the pamphlets was also facilitated by the Union Solidarity and Development Association (USDA)[145], a civilian organization instituted by the ruling junta, the State Peace and Development Council (SPDC). Many Muslims feel that this exacerbated the anti-Muslim feelings that had been provoked by the destruction of the Buddhas of Bamiyan in the Bamyan Province of Afghanistan.[144] Human Rights Watch reports that there was mounting tension between the Buddhist and Muslim communities in Taungoo for weeks before it erupted into violence in the middle of May 2001. Buddhist monks demanded that the Hantha Mosque in Taungoo be destroyed in «retaliation» for the destruction of the Buddhas of Bamiyan.[146] Mobs of Buddhists, led by monks, vandalized Muslim-owned businesses and property and attacked and killed Muslims in Muslim communities.[147]

      On May 15, 2001, anti-Muslim riots broke out in Taungoo, Bago division, resulting in the deaths of about 200 Muslims, in the destruction of 11 mosques, and setting ablaze of over 400 houses. On this day also, about 20 Muslims praying in the Han Tha mosque were beaten, some to death, by the pro-junta forces. On May 17, 2001, Lt. General Win Myint, Secretary No. 3 of the SPDC and deputy Home and Religious minister arrived and curfew was imposed there in Taungoo. All communication lines were disconnected.[148] On May 18, the Han Tha mosque and Taungoo Railway station mosque were razed by bulldozers owned by the SPDC .[144] The mosques in Taungoo remained closed until May 2002, with Muslims forced to worship in their homes. After two days of violence the military stepped in and the violence immediately ended.[144] There also were reports that local government authorities alerted Muslim elders in advance of the attacks and warned them not to retaliate to avoid escalating the violence. While the details of how the attacks began and who carried them out were unclear by year’s end, the violence significantly heightened tensions between the Buddhist and Muslim communities.[149]

      • lyon dice:

        MIre, no me venga citando los articulos que le venga en gana. Articulos que son realmente opiniones particulares que favorecen sus posturas. Le podría citar un montón de articulos que apoyan mi versión, pero simplemente me limitaré a que compruebe los hechos históricos, no las opinines, y los hechos históricos son claros: EL ISLAM SE EXPANDIÓ POR LA GUERRA, tanto en su primera fase, como en la fase de la invasión de los turcos setjuditas, como la de los otomanos ¿O es que negará también que éstos no llegaron hasta las puertas de Viena en el siglo XVIII? Supongo que si hubieran tomado la ciudad lo habría considerado como que los vieneses entusiasmados se hicieron islamistas.

        Dejese de intentar tomarnos el pelo con su exhibición de una falsa erudición. Le repito que hay muchos articulos que apoyan mi postura, pero alguién que quiere ser ciéntifico debe atenerse a los hechos históricos,…Y los hechos son perfectamente claros.

        Mahoma creó un sistema basado en principio en la guerra, con la consecución de botines para financiarse, continuó con la guerra como medio de expansión con la avidez de botín como señuelo de sus guerreros, además la promesa de un paraiso para lo que murieran en combate.

        Conquistadores los hubo algunos en la historia, los mongoles de Gensis Khan llegaron desde el Asia Central hasta Hungria y conquistaron el imperio chino, el éxito de los musulmanes estriba en que incorporaron a los guerreros de los pueblos conquistados para conquistar otros territorios con la participación del botín principal motor de las conquistas islámicas.

        El origen guerrero de Islam como puede ver no es tan fácil de quitar de encima, ahí tiene al 20% de salafistas,… ¿Ha leido el MUNDO de hoy sobre los imanes salafistas? ¿Ha visto el éxito que tienen en Cataluña?

        Por ésto es mejor que el Islam se transforme en una religión y se olvide su aspecto político porque no es precisamente muy adecuado para adaptarlo al mundo Occidental.

      • abdennurprado dice:

        De verdad que estas como una chota. ¿Qué tiene que ver el islam con los otomanos? Me dejas de piedra. Es como si alguien hablase del mensaje de Jesús, y otro le contestase hablando de Justiniano. Resulta difícil de comprender como alguien puede ser tan ignorante. Lyon, eres un fenómeno de la naturaleza!!

        Cualquier historiador te puede explicar que las supuestas conquistas y la adopción del islam por parte de las poblaciones no tienen nada que ver, e incluso los conquistadores desalentaban las conversiones.

        Deberías pensar porque de todos los países de los Balcanes bajo dominio otomano el único mayoritariamente musulmán es Bosnia. Pues la historia de las conquistas y demás no tienen nada que ver con la adopción del islam por parte de uno u otro pueblo. Tampoco se sabe de ninguna invasión musulmana en Indonesia, Malasia, el África subsahariana, etc., donde viven gran parte de los musulmanes del mundo.

        No he leído El Mundo.

  11. muyahid dice:

    Por cierto, ¿usted se toma en serio el asunto de que potencias cristianas como EEUU o el Reino Unido invadieran un país musulmán como Irak, basándose en acusaciones falsas y provocando centenares de victimas inocentes? ¿o quizá le deja completamente indifente?

  12. lyon dice:

    Los que se quedan sin argumentos suelen decir: «Y tu más»
    La invasión de Irak fue un asunto puramente político y no religioso, el Vaticano se opuso.

    Ya se que para Ud. como a los islamistas les es imposible discernir los asuntos políticos de los religiosos,…

    • abdennurprado dice:

      Que gracioso. El día que Lyon dé un argumento haremos una fiesta!!

      De hecho, tus post tienen la virtud de mostrar a la gente la maldad intrínseca y la ignorancia constitutivas de la islamofobia. Cualquiera que lea tus posts se dará cuenta de la sinrazón y de la amenaza que la islamofobia representa para nuestra democracia.

  13. lyon dice:

    En 622 Mahoma decide emigrar a Medina

    En 637 conquistan Siria
    En 639 conquistan Armenia y Egipto
    En 652 conquistan el norte de África
    En 652 conquistan el imperio Sasanida
    En 654 conquistan Chipre
    En 674 asedian Constantinopla
    En 711 conquistan España
    En 827 conquistan el sur de Italia
    Tan fulgurante conquista frente a unos poderosos enemigos se ha explicado por varias razones:

    -Los musulmanes estaban formados por miles de guerreros que habían servido como mercenarios tanto en los ejércitos romano y sasanida. O sea que tenían experiencia militar.
    -Los ejércitos que se le oponían no eran mucho más numerosos, estaban formados fundamentalmente por mercenarios, dado que la población en general despreciaba la milicia por su alto nivel de vida, especialmente en las ciudades romanas.
    -Los musulmanes estaban fanatizados con la guerra Santa
    -Cuando conquistaban un territorio ofrecian numerosas ventajas a la conversion, con una total integracion dentro de la secta y en los ejércitos que después eran lanzados con la promesa de botines, cuyo reparto estaba legislado por los hadices, lo cual facilitaba el dominio de las tierras conquistadas.

    – Este proceso de realimentacion tenia la virtud de que cuanto mas se conquistaba, mas fuerza tenia el Imperio, a diferencia de los tiempos antiguos donde los ejercitos de Alejandro, Trajano o Gensis Khan se veían limitados por la fuerza de las tropas que llevaba consigo.

    Cuando se puso en marcha el imperio Otomano el Islam como saben llego, por medios militares hasta las puertas de Viena, la cual estuvo a punto de conquistar.

    No creo que el Islam en principio se expandiera por medios pacíficos ni por la predicación, la historia lo demuestra,…
    Por otra parte ésto está de acuerdo con la manera que Mahoma consiguió el poder en Arabia y como organizó originalmente el Islam: como una organización militar que vivía del saqueo,…

    • Jacinto dice:

      ¿Guerra Santa? ¿Islam expandido a punta de espada? ¡Vaya, pensaba que ya no quedaba nadie que sostuviera estas ideas, después de tantos años de historiadores serios!

      En fin, a este sr. lyon se le ve el plumero, el islam es el hombre del saco. Lo único que cabe preguntarse es quien le paga para fomentar el odio hacia los musulmanes.

    • abdennurprado dice:

      El islam se difundió como una idea-fuerza, por su mensaje social y de retorno al din primigenio, en un contexto de crisis religiosa en el interior del cristianismo. De hecho, el islam fue asumido masivamente por los cristianos de su tiempo como la expresión más genuina del mensaje de Jesús, en contra de la deriva totalitaria de la Iglesia. Algo similar puede decirse con respecto a las religiones de la antigua Persia, que habían perdido su fuerza primigenia. Y un gran número de musulmanes fueron conversos del budismo, con el cual el islam tiene muchas semejanzas. Ninguna idea-fuerza puede imponerse por la fuerza. Sin la adhesión voluntaria de las gentes de las tierras a donde el islam llegó, jamás el islam habría arraigado. Lo demás son fantasías orientales.

      Recomiendo este artículo, donde se explican los motivos de la expansión del islam:

      http://www.libreria-mundoarabe.com/Boletines/n%BA59%20Abr.08/NacimientoExpansionIslam.htm#rosa1

      • lyon dice:

        ¡¡¡Un poco de decencia ciéntifica!!!

        Las crónicas de las conquistas islámicas de los primeros tiempos del Islam, las batallas de los turcos Otomanos están perfectamente descritas por la historia.

        No nos tome el pelo Sr. Prado.

        Una cosa es que el Islam tuvo origenes guerreros, recuerde el asalto a la caravana que iba a la Meca de la batalla de Badhr, la batalla de la Trincheras y los multiples conflictos con quebrantamiento de tratados con la Meca de los origenes del Islam.

        El mérito guerrero del Islam fue que a medida que iban conquistando incorporaban a sus ejércitos los guerreros de los pueblos vencidos para conquistar nuevos territorios, esto se veía favorecido por la pobreza que solían dar lugar los pesados impuestos con que sometían a sus dhimis.

        El impuesto de la izshia, sobre los dhimis, así como la opresión de que eran objeto fue la principal causa de la emigración de los mozárabes a los reinos cristianos del norte que fomentó la Reconquista,..

  14. lyon dice:

    Mire, Sr. Jacinto haga el favor de estudiar un poco historia. Como ve ni siquiera el Sr. Prado niega estos hechos históricos.

  15. abdennurprado dice:

    ¿Reconquista? Lo que faltaba! Cuesta creer que todavía haya gente con estas sandeces. Y a eso lo llamas «decencia científica», a lo que no es más que una mitología hilada con algunos datos dudosos. Sr. Lyon, estamos en el siglo XXI, póngase usted al día y déjese de fantasías orientalistas sobre el islam guerrero y otros mitos islamofobos.

  16. lyon dice:

    Ya se que la idea de Reconquista No puede Ud. aceptarla pero si que era comunmente aceptada en la misma Edad Media. Yo no he dicho que fuera una idea inmediata de la monarquia asturiana, pero si que con el tiempo llegó a ser algo aceptado por los reinos cristianos de España, los escritos y las crónicas lo demuestran. La Situación de Islam en España llegó a ser muy precaria, antes de la invasión de los Almoravides, que como sabe Ud. entraron en masa en España y consiguieron éxitos militares importantes hasta que fueron frenados por el Cid, por cierto.

    Después como sabe entraron los almohades, guerreros también que fueron frenados en las Navas de Tolosa.

    No hay duda que por la época del Cid ya existía un sentimiento de Reconquistar algo que antes había sido cristiano, el origen de este sentimiento es en buena parte de procedencia de los emigrantes mozárabes que emigraron en masa con las multiples humillaciones e impuestos que sufrían en los reinos islámicos y también por supuesto gracias a los monjes de Cluny.

    no hay duda que Ud. Sr. Prado sigue tomandonos el pelo negando sistemáticamente especialmente los hechos históricos que no le gustan. Le tengo que repetir que de acuerdo con los hechos históricos facilmente comprobables con cualquer manual el ISLAM SE EXPANDIÓ POR LA GUERRA y el Islam tuvo un origen netamente guerrero.

    En cuanto a la tesis el Olague que a los islamistas que quieren que España se islamice les gusta tanto, le tengo que decir que hoy en día no se sostiene de ninguna manera, es totalmente aciéntifica y tan solo admitida por fanáticos como Ud. que simplemente les conviene para sostener sus burradas.

    • abdennurprado dice:

      Puedes repetir tus falacias cuantas veces te venga en gana, pero no por ello lograrás borrar la verdad. Para saber lo que es el islam, hay que remitirse al Corán y a la praxis del profeta Muhámmad, paz y bendiciones. Ofrezco una muestra, tomado de un mar inmenso de sabiduría, de ese océano de misericordia que es el islam. Esta es la causa de la expansión del islam.

      “No cabe coacción en el camino (del islam)”.
      (Corán 2:256).

      “No oprimáis y no seréis oprimidos”.
      (Corán 2:278).

      Dijo el profeta Muhámmad: “Al-lâh os ha prohibido la opresión, así que no os oprimáis los unos a los otros”.

      Y también dijo: “Oh humanidad, vuestro Sustentador es uno y vuestro origen es uno. Todos vosotros descendéis de Adán, y Adán fue creado de la tierra. El más honorable de vosotros a los ojos de Al-lâh lo es por su comportamiento. El árabe no es superior al no-árabe, el negro no es superior al blanco, ni el blanco es superior al negro. La única distinción es por la conciencia de Al-lâh”.

      Todos los creyentes son hermanos.
      (Corán 49:10)

      Los creyentes, hombres y mujeres, son protectores unos de otros.
      (Corán 9:71)

      …[los creyentes] tienen por norma consultarse entre sí.
      (Corán 42:38).

      No alcanzaréis la piedad auténtica mientras no gastéis (en los demás) algo de lo que amáis. Y Al-lâh conoce bien cualquier cosa que gastáis.
      (Corán 3:92)

      ¡Hay de aquel que ha reunido una fortuna y la considera como una salvaguarda, creyendo que su riqueza le hará vivir eternamente! ¡Qué va! Será arrojado a un tormento demoledor.
      (Corán 104:1-2)

      Y las palabras del profeta Muhámmad:

      “Todas las criaturas son como una familia para Al-lâh, y Al-lâh ama más a aquellos que son más beneficiosos para su familia”.

      “Un auténtico musulmán es aquel con el que otros se hallan seguros. Uno que devuelve amor por odio.”

      “Intercambiad presentes mutuamente, porque los presentes remueven el rencor del corazón de la gente”.

      “La comida más pura es la que un hombre se ganó con sus propias manos”.

      “Pagad a los trabajadores su jornal antes de que el fruto de su sudor se seque”.

      “Al-lâh ha establecido las provisiones de los pobres en las haciendas de los ricos. Si existen hambrientos y desnudos, se debe a las transgresiones de los ricos.”

      En realidad todo tu discurso sobre el islam guerrero y todo eso no es más que un intento desesperado por ocultar el mensaje del islam.

  17. lyon dice:

    Para no hacerme demasiado largo aquí tiene un pequeño resumen de la conquista del Norte de África, como puede ver fue un asunto puramente guerrero.

    Las tropas de Uqba ibn Nafi entran en Ifriqiya, nombre dado a esta antigua provincia romana, pero se topa con la resistencia de Kusaila. En 683, en el momento de una batalla terrible, Uqba muere así como la inmensa mayoría de sus hombres. Kusaila marcha entonces sobre Kairuán, reinando allí cerca de cinco años, pero refuerzos venidos de Siria destituyen al rey.

    La conquista del Magreb prosigue y en seguida un nuevo ataque gana la región de Aurès, la Reina Dihya (Kahena) llega a reunir a varias tribus bereberes y rechaza provisionalmente a los soldados musulmanes hasta Tripolitania (la actual Libia). Cartago es tomado en 698, la resistencia está dominada a partir de 702 y África del Norte es oficialmente conquistada en 711. El mismo año, los primeros contingentes beréberes pasan a Andalucía, dirigidos por Táriq ibn Ziyad. A la fase de organización militar de la conquista, va a sustituirse la administración de un territorio todavía parcialmente insumiso, y convertido.

    O sea que la idea-fuerza de que habla en un reiterado intento de tomarnos el pele mediante su florida retórica no es más que esto: un intento de tomarnos el pelo.

    En cuanto a los insultos me parece que no son más que intentos de intimidarme aprovechandose que no es mi estilo responderle de la misma manera.

    • abdennurprado dice:

      Lo de la idea-fuerza lo he tomado de Juan Vernet, un arabista:

      “Teniendo en cuenta que los árabes portadores del islam original no tenían fuerza milirar suficiente, no pudieron introducir el islam mediante la acción castrense, sino como una idea fuerza que fue calando lentamente. El cristianismo no había arraigado aún en España, y una parte importante de la población eran practicantes de otras religiones.”
      Juan Vernet, Lo que Europa debe al islam de España, ed. Acantilado 2006.

      Supongo que también Juan Vernet intenta tomarte el pelo, ¿no?

    • abdennurprado dice:

      No recuerdo haberte insultado. Pero sí recuerdo que tu has insultado al islam, al profeta y a todos los musulmanes, propagando el odio hacia una minoría discriminada en España.

  18. lyon dice:

    Y ahora dice que no me ha insultado repetidamente!!!!

    En cuanto a lo que le he dicho sobre el Islam y su profeta Mahoma me he limitado a decirle lo que está en los hadices, me he limitado a mencionarle las batallas en las que participó y las caravanas que asaltó. De estos hechos no hay ninguna duda. También está en los hadices la manera como repartir el botín entre los fieles, cosa más propia de un guerrero que de un hombre de religión. Yo le he criticado y le critico el Islam político, el pretender precisamente exhaltar la faceta política del Islam, lo mismo que hacen los salafistas que Ud. por lo que ve critica muy poco,…
    Le critico también que su Islam realmente no es más que una batiburillo de ideas supuestamente anarcoides, altermundistas, que hacen sonrojar a los autenticos ulemas que quieren un Islam religioso, no político.

    Yo nunca injuriaré al Islam religioso, al Islam de las puras creencias, por cierto en el webislam de hoy vuelvo a leer otra pieza de propaganda contra la Iglesia Católica, ya se que dirá Ud. que se trata de uns transcripción crítica de una de sus miembros, pero por lo que veo a Ud. ni a los de webislam no les gustan nada las críticas de los propios musulmanes. Creo que entre religiones lo mínimo que se debe pedir es respeto no atacarse mutuamente, pero claro me olvidaba que su Islam es político y por tanto guerrero, que le gusta atacar.

    En cuanto a su abuso de las citas del Coran, también hay otras citas mucho menos agradables, con carácter bélico, no se preocupe que no las voy a citar, los textos deben ser tomados en su contexto y no a trozos como Ud. de forma abusiva hace con el Coran.

    En cnanto a la cita de Juan Vernet es un autor más de los muchos que han escrito sobre el tema, otros historiadores han escrito otras cosas mucho más importantes, pero los hechos, las crónicas, incluso desde el mundo islámico son claras: EL ISLAM SE EXPANDIÓ POR LA GUERRA. Y le diré más, el Islam se expandió por la guerra en sus tres grandes ofensivas: la del siglo VII, la de los turcos Setjuditas del siglo XI, que fue frenada por las cruzadas, y la de los siglos XV al XVII de los turcos otomanos.

    Precisamente las tres ofensivas fueron paradas por lo mismo y el Islam empezó a retroceder por lo mismo: su incapacidad para sobrevivir sin botines.

    • abdennurprado dice:

      Ahora resulta que es a mi al que le gusta atacar… de verdad, Lyon, no deja de sorprender que digas esto después de haber atacado al islam de forma despiadada. Yo estoy muy implicado en el debate interreligioso. ¿Es un ataque al catolicismo el texto sobre Raimón Panikkar que hay en la portada de mi blog ahora? Siempre he defendido que todas las religiones son vías de salvación legítimas, emanadas de la misma Fuente. Pues esto es, ni más ni menos, lo que dice el Corán literalmente.

      Parece que no quieres entender algo que es obvio: el islam no es ninguna institución política, ningún califato. Los turcos otomanos no representan al islam, ni Erdogan, ni Ahmanideyad ni ningún político. Eso es lo que yo sostengo. Tu eres el que reduces el islam a unos cuantos gobernantes. Pero para mi el islam está en el Corán y la Sunna, y en sus grandes místicos y pensadores. Igual que el cristianismo está en el Evangelio y en San Juan de la Cruz.

    • abdennurprado dice:

      Por cierto: en webislam hoy hay tres artículos de o sobre católicos. El que tu señalas, de un católico crítico con las jerarquías, Juan José Tamayo. Otro de Javier Melloni (sacerdote católico), sobre un libro escrito al unísono por un cristiano y un musulmán. Y otro sobre unas declaraciones del arzobispo de Milán.

      Creo que es muy generoso hacia el cristianismo.

      ¿Puedes indicarme una web católica donde en un día publiquen tres artículos de autores musulmanes, más bien positivos hacia el islam?

      Webislam es conocida por su «ecumenismo», así que ataca por otro lado, que no cuela.

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