«Hay que hablar de colectivismo, de ayuda mutua, de todo aquello a través de lo cual ya empezamos a liberarnos de la omnipresencia del Estado.»

Entrevista a Abdennur Prado a propósito de su libro ‘El islam como anarquismo místico’
por Ibrahim Hooper, para la Revista Masala

-¿No crees que sería mejor, para hacer justicia a la cronología, hablar del anarquismo como islam político?



-Prefiero hablar del islam y el anarquismo en términos meta-históricos, más allá de la cronología, como ideas-fuerza o formas de vida que han acompañado al ser humano a lo largo de la historia. No pienso en el islam como la religión establecida en el siglo VII de la era cristiana por Muhámmad, sino como la forma de vida primigenia de la humanidad. Es por eso que el Corán nos dice que el primer musulmán fue Adán, entendido como metáfora de la humanidad, y habla de los profetas anteriores a Muhammad como “musulmanes”, seres humanos que reconocen su sometimiento a las condiciones eternas de la vida. Hablamos del estado natural del ser humano, y no de una ideología histórica inventada. En la misma línea, Kropotkin habló de comunidades anarquistas en la Edad de Piedra, basadas en la ayuda mutua. También se han señalado las conexiones entre anarquismo y taoísmo. Los dos planteamientos son convergentes: hablamos del estado natural del ser humano, y no de una ideología histórica inventada por el hombre como instrumento de dominio. En todo caso, hay que tener en cuenta que el libro ha sido publicado en una editorial libertaria occidental, para un público mucho más familiarizado con el anarquismo que con el islam.



-Hoy en día existen varios autores, especialmente en Occidente, que están trabajando en las mismas cuestiones sobre islam y anarquismo. Hablo de, por ejemplo, Yakoub Islam desde Gran Bretaña, Mohamed Jean Veneuse y su libro ‘Anarca-Islam’, el estadounidense Michael Muhammad Knight y el movimiento punk-islam que ha generado su novela ‘Taqwacore’ y, especialmente, el pionero y más conocido de todos ellos: Hakim Bey (Peter Lamborn Wilson). ¿Cómo te han influenciado estos autores?

-No reconozco ninguna influencia. De estos autores solo conozco los nombres, y he leído algo, muy superficialmente, de Hakim Bey. Lo que he hecho es ir directamente a las bases textuales del islam, para mostrar las similitudes con el anarquismo. Hay casi un centenar de referencias a hadices y versículos coránicos, en las cien páginas del libro, pero ninguna a los autores mencionados.

-Por lo general, estos autores provienen de los ambientes anarquistas antes de su aceptación del islam. Tú siempre mencionas que te has formado en lo que Habermas llama “el pensamiento filosófico de la modernidad”: Nietzsche, Bataille, Heidegger, Foucault… Pero poco sabemos de tu activismo político durante esa misma formación teórica.

-Me consideraba anarquista antes de mi entrada al islam, aunque no de un modo militante: jamás he militado políticamente en ningún partido o movimiento. Provengo del ámbito de la poesía, de una búsqueda interior a través de la palabra. El componente anarquista surge como rechazo de la burocratización de la existencia, y de la convicción de que las coacciones cotidianas que sufrimos tienen como objeto el frenar el desarrollo natural de lo mejor del ser humano. Eso es algo que aprendí de anarquistas como Kropotkin: si se eliminan las coacciones (gobiernos, policías, tribunales, ejércitos, moral sacerdotal…) y se deja que cada criatura actúe de forma espontánea según su naturaleza (lo que en islam llamamos fitrah), entonces emergerá por si mismo un orden social sano, basado en la ayuda mutua. No son necesarias pues las ideologías, sino el dejar ser, dejar estar. Sobre los pensadores mencionados, de ellos reconozco una influencia fuerte. Nos enseñan a pensar de forma tanto crítica como creativa, un pensamiento refractario a toda forma de ortodoxia, abocado a la experiencia, un desgarro en pos del rostro más inmediato de la vida. Por eso tal vez soy incapaz de una militancia formal, así como de aceptar las ortodoxias islámica o anarca. Esto no tiene que nada ver con una formación teórica, sino con una experiencia vital, con el conocimiento de uno mismo y del modo como se relaciona con el mundo. No me interesa la separación entre teoría y práctica, pues pertenece a un mundo fracturado. Hacer es pensar con el cuerpo.

-¿Crees que con tus aportaciones generas más reticencias en el seno de los movimientos sociales de tradición atea y antiautoritaria o bien abres una brecha con posibilidades de expansión? 


-Para mí, la cuestión es otra: ¿en qué medida los movimientos sociales siguen presos de una visión eurocéntrica dominada por la idea de progreso, con una mirada paternalista hacia el tercer mundo y sus cosmovisiones? La superación del eurocentrismo es la clave que nos permite darnos cuenta de que muchas de las ideas que los europeos creemos “propias” en realidad tienen una larga historia, han estado presentes bajo diferentes formas. Tal y como he comentado antes, Kropotkin hizo esto al remontar los valores del anarquismo a la edad de piedra.

-¿Crees que es compatible el modelo de metrópolis de ciudades como Barcelona o Madrid con las propuestas de gestión comunitaria que proponen tanto el islam como el anarquismo? En la península ibérica existen, actualmente, varias comunidades rurales (y neorurales) con proyectos alternativos que van más allá del ámbito de las ideas. Entre estos colectivos también encontramos a musulmanes, especialmente de tradición sufí, en zonas de Andalucía, Murcia, Baleares… ¿Crees que es una tendencia que debe potenciarse para que la acción que surge de formulaciones intelectuales como las tuyas resulte más coherente?

-De entrada, parece indudable que las grandes ciudades industriales son incompatibles con un modelo comunitario, basado en la ayuda mutua. Todos vivimos en cierto modo en nuestro compartimento-estanco, sin necesitarnos los unos a los otros, sin necesidad de buscarnos, de acariciarnos, de abrazarnos… Las grandes ciudades no han nacido para servir al ser humano, en cuanto criatura dotada de un espíritu, capaz de amar y de compasionarse con el otro. El ser humano tiene la capacidad y el derecho de encontrar la luz incluso en un cubo de basura Pero no me interesa la utopía. Como digo en las primeras páginas de ‘El islam como anarquismo místico’, creo que si existe un punto divergente entre el islam y el anarquismo es que el islam no es en ningún caso una utopía. Lo expresaré de un modo contundente: el ser humano tiene la capacidad y el derecho de encontrar la luz incluso en un cubo de basura. Allí donde mires, verás la Faz de Al-lâh, dice el Corán. Todo depende de la claridad de la mirada. Esto también quiere decir que podemos crear comunidad incluso en las circunstancias más adversas. Los movimientos rurales son hermosos, pero allí están los okupas, generando espacios alternativos en medio de la sociedad de control. Más que de un proyecto utópico o político, se trata de ganar el espacio interior que luego debe manifestarse en nuevas creaciones, sea en el campo o en la ciudad o donde quiera que el espíritu nos lleve. Esa es la coherencia a la que aspiro: una mirada espiritual en una conciencia libertaria.

-Siguiendo con esta posible brecha abierta en busca de vínculos comunes en defensa de la justicia social, ¿cuál sería el siguiente paso? ¿Tras un puente en construcción, a qué orilla llegar?


En todo caso, se trata de provocar una reacción, de una toma de conciencia que cada uno deberá desarrollar, en la medida de sus capacidades. Por otra parte, hablar de justicia social es algo demasiado vago. Hay que hablar de colectivismo, de ayuda mutua, de todo aquello a través de lo cual ya empezamos a liberarnos de la omnipresencia del estado, construyendo espacios alternativos. La orilla es la comunidad.

21 Responses to «Hay que hablar de colectivismo, de ayuda mutua, de todo aquello a través de lo cual ya empezamos a liberarnos de la omnipresencia del Estado.»

  1. De la omnipresencia del Estado nos venimos librando desde hace ya mucho tiempo y no es necesario luchar por ella desde la izquierda ni desde el Islam. Las multinacionales y los partidos de derecha ya lo hacen mucho más eficientemente.
    La capacidad de decisión del Estado hoy día es prácticamente nula. Los parlamentos están en manos de los lobbies oligárquicos. Las arcas públicas están sido vaciadas sistemáticamente.
    El sueño anarquista deseado por los teóricos del anarco-capitalismo está ya a punto de hacerse plenamente real. El problema es que no es un sueño, es una pesadilla. Y no es islámico. Es satánico.

    • abdennurprado dice:

      Estado y Capital son la cara y la cruz de una misma moneda: han surgido juntos y han vivido siempre en mútua dependencia. Estado no es sólo el aparato burocrático que administra el poder, es muchas cosas más. Te copio, de mi libro ‘El islam como anarquismo místico’:

      Cuando hablamos del aparato del Estado hablamos también de muchas otras cosas. Hablamos de los mass media, a través de los cuales las identidades son transformadas en imagen o producto de consumo. Hablamos de la sociedad del espectáculo, retratada por Guy Debord. Hablamos del mundo de la representación, que hace de las identidades pura fantasmagoría —no individuos que se comunican, que se aman y se odian, y se pertenecen los unos a los otros—. Hablamos del consumo, de la publicidad, de la cultura de masas, de la banca, del fútbol, de la bolsa, de las corporaciones financieras, de las marcas, de las compañías de seguros. Hablamos del Sistema, de ese entramado jurídico-político-económico calificado por Foucault como «la red de secuestro dentro de la cual está encerrada nuestra existencia» .

      El anarquista considera que la autoridad del Estado es la fuente de numerosos males, el canal mediante el cual el egoísmo de unos pocos domina sobre los intereses de la mayoría. Y esto es algo independiente de la forma en que el Estado sea gobernado, es aplicable a una dictadura del proletariado, a una democracia parlamentaria o a un sistema abiertamente fascista. Unos Estados son sin duda más benévolos que otros, pero para el anarquista es evidente que el poder del Estado es en esencia coercitivo, y que el Estado es el vehículo a través del cual otros poderes ejercen su dominio. Es cierto que en la actualidad el Estado en el Tercer Mundo actúa como freno de los desmanes del libre mercado, y que existen corrientes neoliberales que abogan por su desaparición. En el contexto del monoteísmo del mercado, la desaparición del Estado sería una panacea para las grandes multinacionales, que rápidamente se harían dueñas de la situación y eliminarían los servicios sociales y los derechos laborales, poniendo al ser humano enteramente al servicio del mercado, y ofreciendo a éste la posibilidad de explotación ilimitada del planeta. Pero también es cierto que las grandes corporaciones financieras que hoy destruyen el planeta han surgido, crecido y actuado desde hace varios siglos bajo el paraguas de los Estados de occidente, cuyos ejércitos garantizan su libre desarrollo en todo el mundo. Y también es cierto que la guerra sigue siendo la expresión máxima de la unión del Capital y del Estado, de ahí la íntima conexión entre Estado, colonialismo y expansión capitalista, una alianza que marca las relaciones internacionales a principios del siglo XXI. El Estado son tanques, nos decía un profesor de historia. Opresión política, opresión cultural, opresión militar y opresión económica van de la mano.

      La solución, en último término, no puede consistir por tanto en reforzar a los Estados débiles, para hacer frente a los Estados fuertes. La solución pasaría por la abolición (o como mínimo reducción drástica) del Estado y la instauración de nuevas formas de administración y de regulación de la economía y de la propiedad: descentralización y federalismo, asambleas locales, cooperativas, mutualismo. Los anarquistas, aún rechazando toda autoridad externa, admiten la necesidad de un control de las actividades financieras, para evitar el monopolio o la apropiación de los bienes comunes y de los medios de producción por parte de unos pocos. Donde el anarco-capitalismo sitúa el mercado, los anarquistas sitúan la cooperación y la ayuda mutua. Para Benjamin Tucker, el anarquismo insiste…

      «… en la abolición del Estado y la abolición de la usura; en ningún gobierno del hombre sobre el hombre, y ninguna explotación del hombre por el hombre.»

      Por eso el anarquismo es una forma de socialismo, e incluso existe un anarco-comunismo (una de las grandes disputas dentro del anarquismo se da entre los partidarios del comunismo y los del colectivismo: el islam estaría más cerca del segundo). La crítica de Bakunin a la dictadura del proletariado es del todo certera en éste punto: podemos anular el capitalismo e instaurar la dictadura del proletariado, pero el resultado será igualmente opresivo. Pero si eliminamos el Estado y no el capitalismo, la explotación del hombre por el hombre sería ilimitada. De ahí la famosa proclama de Bakunin:

      «Estamos convencidos de que la libertad sin Socialismo es privilegio e injusticia, y que Socialismo sin libertad es esclavitud y brutalidad.»

      La lucha de los anarquistas contra la dominación tiene pues dos frentes principales: contra la dominación política y contra la dominación económica. Pero se extiende contra cualquier forma de dominación u opresión de unos sobre otros: dominaciones sexuales, religiosas, sociales, culturales…

    • Hawa dice:

      Entrevista con Abdennur Prado en Radio Onda Expansiva

      La radio libre burgalesa comienza un nuevo año de emisiones a través de la red con una entrevista al escritor Addenuur Prado, autor del libro de controvertido título El Islam como anarquismo místico. Mediante este podcast podremos conocer las claves de un libro en el que, según palabras del propio autor, se ponen en relación algunas de las fuentes clásicas del Islam con la lógica antiautoriataria propia de la tradición libertaria
      http://diariodevurgos.com/dvwps/entrevista-con-abdennur-prado-en-radio-onda-expansiva.php

  2. Cuando sea anciana, preferiría que el estado me garantizase una pensión de jubilación. Porque si mi sustento va a depender de la «ayuda mutua» que, por lo visto, lo va a sustituir, apañada voy.

    • abdennurprado dice:

      Vaya, y yo que creía que hasta los estudiantes de primaria sabían que el anarquismo es anti-capitalista… pero veo que estaba equivocado!!

    • Sáleh Abdurrahim 'Isa dice:

      Bismil-Lahi r-Rahmani r-Rahim

      As salamu aleikum… Hermana Dizdira, es cierto que existe una cierta corriente neoliberal, fundamentalmente en Estados Unidos, y emparentada con el llamado Tea Party, considerarada como «libertaria» o «libertarismo económico», porque teóricamente propugna una desintegración del Estado, o mejor dicho una acción del Estado acorde a las necesidades de la libre empresa, pero esto no implica el fin del Estado en sí mismo sino una mercantilización de éste para que funcione aún más acorde a las necesidades del gran capital, pero que a la vez garantice que todo pueda ser sometido al propio mercado, lo cual implica fundamentalmente mantener los sistemas de represión (policía, ejército, jueces y presidios). O sea, sería llevar a sus últimas consecuencias el pensamiento liberal de: libre mercado, libre manufactura, bajos o nulos impuestos (dedicados tan sólo a aquello que no se pueda cubrir desde el mercado y la beneficiencia), libre mercado laboral, y mínima intervención de los gobiernos en la acción de los mercados y el capital, pero máxima contra los elementos subversivos provenientes del resto de las clases sociales, o todo aquello que pueda hacer peligrar el sistema capitalista…

      Si te das cuenta, eso es lo que tenemos a día de hoy y hacia donde nos encaminamos, tanto desde los modelos neoconservadores como desde el socialismo real (Cuba y China, si es que se pueden considerar como tales tras la caída del auténtico modelo, el de la URSS)… Y ése es el sistema en el que tú deseas jubilarte, pero que para al menos el 40% de los menores de 35 años actuales será un imposible, con los datos de hoy en día, y para el resto, imaginando que dentro de 40 años las leyes no hayan cambiado, significarán pensiones por debajo del Salario Medio Interprfesional (SMI)… Por si te resulta de interés te diré que para jubilarte hoy día hace falta tener 65 años, 15 de ellos cotizados, dos al menos en los últimos cinco años, y aún así te quedaría el 50% del cociente que resulte de dividir por 210 las bases de cotización del interesado durante los 180 meses inmediatamente anteriores al del último mes trabajado, lo cual en términos monetarios significa que, teniendo en cuenta que el 80% de la población de menos de 42 años cobra una media de entre 800 y 1000 euros de salario base, la mayoría de los privilegiados que hayan logrado cotizar 15 años apenas sobrepasarán los 650€ al mes… Mientras el 40% restante se tendrán que conformar con una Pensión No Contributiva equivalente al 60% del SMI (unos 348€ este año)

      A día de hoy, yo trabajo con ese sector de población mayor de 65 años y con pagas inferiores al SMI, y las soluciones que encontramos son sólo dos: o ingreso en residencias por exclusión social, o buscarse una vivienda compartida con familiares o conocidos que le permitan establecer relaciones basadas en la «ayuda mutua»… Por suerte, ese sector poblacional aún es mínimo en comparación con los que se prevee que habrá de aquí a cinco años, y aún más con los que habrá de aquí a 15… Pero tú puedes confiar en cobrar tu jubilación si quieres, otra cosa es qué podrás hacer con ella, si la cobras, o qué significa el Estado en sí mismo. Porque el Estado no es sinónimo de «Pensiones de Jubilación», ni las Pensiones de Jubilación son sinónimo de «Bienestar»…

      Los Estados actuales son el resultado de la evolución natural que éstos han ido realizando, y ahí están desde el estadounidense y los europeos, hasta los americanos (incluyendo a Cuba), los asiáticos (incluyendo a China) y los africanos (incluyendo a Libia)… Y la solución no puede estar en el propio Leviatán-Estado, sino en la Sociedad Civil levantando y construyendo otros modelos sociales, otras relaciones basadas en principios de solidaridad, cooperación, ayuda mútua, reparto del trabajo y de los recursos desde la igualdad y la necesidad, colectividad, etc…

      Ma salama.

      • Sáleh Abdurrahim 'Isa dice:

        Perdón, he hecho mal los cálculos, los que lleguen a los 15 años cotizados cobrarán el 50% de esos 650€, o sea, entre unos 325€ (si la base era de 800€) y 428€ (si la base era de 1000€)… Para cobrar el 100% hace falta que cotice 35 años. Te adjunto las tablas de la Seguridad Social:

        ESCALA DE PORCENTAJES POR AÑOS COTIZADOS
        A los 15 años 50%
        A los 16 años 53%
        A los 17 años 56%
        A los 18 años 59%
        A los 19 años 62%
        A los 20 años 65%
        A los 21 años 68%
        A los 22 años 71%
        A los 23 años 74%
        A los 24 años 77%
        A los 25 años 80%
        A los 26 años 82%
        A los 27 años 84%
        A los 28 años 86%
        A los 29 años 88%
        A los 30 años 90%
        A los 31 años 92%
        A los 32 años 94%
        A los 33 años 96%
        A los 34 años 98%
        A los 35 años 100%

  3. Los estudiantes de hoy día de primaria no creo que sepan ni cómo se escribe anarquismo. Pero es de conocimiento general que existe una corriente anarquista, defendida por los think tank del neoliberalismo que aboga por la abolición del Estado.
    Hay varios motivos por los que alguien puede desear abolir el Estado y no todos ellos tienen que ver con el utópico deseo de un mundo sin explotadores y explotados. Hay que tener cuidado, no vaya a ser peor el remedio que la enfermedad, no vaya a ser que seamos como el rebaño de ovejas que sueña con librarse del perro que las defiende de los lobos..
    http://es.wikipedia.org/wiki/Anarcocapitalismo

    • abdennurprado dice:

      Claro que sí, dizdira… precisamente ayer edité (para su publicación en webislam) tu texto sobre los lobos y los corderos. Pero, por favor, el hecho de que haya gente que se califique de anarco-capitalistas no debe hacerte pensar que los anarquistas están colaborando con el capitalismo!

  4. Prometeu dice:

    Los estudiantes de primaria de hoy en día, los que han oído hablar de anarquismo, creen que significa que «cada cual haga lo que le dé la gana». Y no sólo los de primaria. También muchos de secundaria y bachillerato. Lo sé porque me cuento entre éstos últimos y he tenido que escuchar esta frase cantidad de veces.

    Saludos.

  5. Dizdira dice:

    Amigo Saleh:
    La paz contigo. Gracias por tu explicación sobre el poco prometedor futuro de las pensiones públicas de jubilación.
    Me ha parecido entender que estos datos los utilizas como un argumento para demostrar que, en realidad, el Estado no garantiza la justicia social. Pero es que precisamente yo utilizaría los mismos datos que tú ofreces para demostrar lo contrario: que el desmantelamiento del Estado a manos del Capital es el que provoca que, en efecto, la justicia social ya no esté garantizada. Con la «ayuda mutua» y la «buena voluntad» no hay garantía alguna de justicia social.
    Pasando a un terreno más teológico, quiero hacer notar que la justicia social del Islam no es un don sobrenatural como la Gracia divina en el cristianismo. Es el fruto de una Yihad y una vigilancia perpetuas. Yo veo coherente que un cristiano sea anarquista -como lo era Tolstoi. Pero en el Islam no existe el concepto de Gracia.

    No voy a entrar a discutir sobre la bondad o maldad de los modelos de estado alternativos al capitalismo (Cuba, China, Libia…) porque nos alejaría demasiado del tema y, también, de cualquier mínima posibilidad de entendimiento, me temo.
    En lo que sí me gustaría insistir es en la fábula de las ovejas y el lobo. Está bien soñar con librarse del pastor y del perro. Pero, por favor, primero acabemos con el lobo. La otra opción es la muerte.

    Ma salama.

    • abdennurprado dice:

      El «apoyo mútuo» no es «buena voluntad», ni tiene nada que ver con la caridad cristiana ni con la gracia. Se trata de una forma de organización social basada en la gestión comunitaria de los recursos y los bienes, mediante el intercambio de habilidades y servicios. A nivel económico: mutualismo, cooperativismo, asociacionismo… Lo que es seguro es que si hay Estado, no hay justicia social. El Estado surge históricamente como el instrumento de las clases dominantes para mantener su control sobre la sociedad. El Estado es un instrumento del Capital, desde su mismo origen. Incluso cuando parece que entren el fricción, en realidad se refuerzan entre sí. El Estado es la guerra!

    • Sáleh Abdurrahim 'Isa dice:

      Bismil-Lahi r-Rahmani r-Rahim

      Ma salama hermana… Lo cierto es que el Estado se ha mostrado, como bien dice nuestro hermano Abdennur, como el instrumento de las clases dominantes para mantener el poder y su control sobre la sociedad… Incluso ejemplos tan interesantes como el socialismo de Estado de la URSS terminaron por mostrar al Estado como un monstruo incapaz de acercarnos un ápice a la etapa socialista tras casi 70 años, y en el que se continuó observando el Estado como un instrumento de control, esta vez en manos de burócratas y políticos…

      La lectura de la «dictadura del proletariado», de Karl Marx, desde la visión leninista (o mejor dicho estalinista) como un Estado en manos de un partido «obrero» nos ha demostrado que es inviable… De la misma forma que la lectura revisionista de los socialdemócratas, que pretendían reformar el Estado servidor del capitalismo de manera gradual y a través de las urnas… Incluso la visión capitalista o keynesiana a través del llamado «Estado de Bienestar», creado para evitar el avance del Comunismo o del Socialismo de Estado, ha terminado siendo una fórmula inviable, como se vió ya en los años sesenta y setenta del siglo pasado, y que dió lugar a tener que organizar su desestructuración…

      La idea de los soviet o asambleas no es algo desdeñable, ni mucho menos, y menos si las unimos a los experimentos de autogestión yugoeslavas, pero su estructuración en Consejos y su institucionalización en Estado ya hemos visto históricamente lo que suponen…

      En cuanto a la visión espiritual, o teológica como tú dices, creo que es fundamental un cambio interior para que se resuelva el cambio social, de manera que el yihad permanente es la única fórmula viable, y por si te resulta interesante conocer en alguna manera esta postura que planteo te remito a la lectura de los artículos que aparecen en webislam los martes bajo el título «Desde la táriqa del corazón».

      Salam

      • Dizdira dice:

        Estimado Saleh:
        Si lo he comprendido bien tu argumento es más o menos éste: «El Estado es algo que debemos rechazar porque siempre se ha mostrado como el monstruoso instrumento del que se han valido los explotadores. También ha sido así en el caso de la URSS y en otros estados socialistas.»
        Al argumento le veo dos problemas:
        1º La afirmación de que la URSS y otros estados socialistas han sido «monstruos» está basada en unos datos históricos que tú consideras verdaderos, porque son los que aparecen en los libros de Historia. Sin embargo somos muchos los que no nos creemos lo que nos dicen hoy los libros sobre la URSS. Seguramente, como musulmán en un país mediáticamente islamófobo, conoces muy bien qué difícil es convencer a alguien de que toda esa basura que dicen sobre el Islam es pura propaganda mentirosa. Pues bien: algo parecido le ocurre a la gente que, con espíritu independiente y desprejuiciado, se ha molestado en saber qué fue realmente la URSS. No fue, desde luego, el paraíso en la Tierra. Pero creo que casi el 90% de la humanidad de hoy día se daría con un canto en los dientes por vivir en aquel supuesto infierno que dicen que fue la URSS de los años 50.
        2º Aun suponiendo que tuviesen razón los mass media y que la URSS o Cuba sean realmente Estados «monstruos», eso no significa que necesariamente todo sistema basado en el Estado sea malo. Según eso, como en todas las sociedades que han conocido la escritura ha reinado la injusticia, entonces hay que renunciar a la escritura si queremos una sociedad justa.
        Salam.

  6. Sáleh Abdurrahim 'Isa dice:

    Salam, hermana… Será pues como tú dices, aunque por si te sirve de algo te diría que yo viví el proceso de la desintegración de la URSS desde las UJCE, donde pude formarme e informarme bastante sobre lo que hablo. También estuve en el PCE, llegando a formar parte del Comité Central del PCA hasta mi salida junto a mis camaradas de Corriente Roja, allí desempeñé funciones varias y entre ellas la de la secretaría de Prensa y Propaganda a nivel provincial, y también tuve la oportunidad de formarme e informarme al respecto. A la vez que me encargué por un tiempo de las relaciones internacionales, teniendo contacto con la delegación cubana y una extrecha relación con ellos, así como con los grupos bolibarianos, y con algunos grupos de la antigua Unión Soviética, participando con ellos en varias ocasiones en procesos de reflexión muy profundos.

    No obstante doy por zanjada la discusión, pues acepto que es posible que tú cuentes con mejor información que yo, y no creo que vayamos a llegar a ninguna parte con esta discusión. Hermana, contamos el uno con el otro en la lucha.

    Ma salama

  7. Adán dice:

    Creo que las ideas pueden ser buenas, pero luego la aplicación práctica puede ser un desastre.

    Por otro lado, confiar en la ayuda mutua es confiar en la bondad intrínseca del ser humano. Tenemos demasiados ejemplos históricos que demuestran que el ser humano no siempre es bueno. Dices que “las coacciones cotidianas que sufrimos tienen como objeto el frenar el desarrollo natural de lo mejor del ser humano”; yo diría: frenar lo peor; creo que las coacciones nacieron para frenar lo peor; y es una pena que también frenaran lo mejor. No me sacaría a relucir el “extremismo” de Hobbes, pero echo en falta un poco de reflexión sobre la historia del nacimiento del Estado según V. Gordon Childe.

  8. Rafael Pess. dice:

    Ahora comprendo por qué dejé atrás, hace ya mucho tiempo, la enfermedad infantil llamada «anarquismo». Creo que me ha dejado muy pocas secuelas.

    Los comentarios de mi amiga Dizdira son los más acertados desde mi punto de vista y por causa de mi observación detenida de los hechos presentes y pasados.

    Si, por ejemplo, Cuba ha demostrado que el Estado no es necesariamente inicuo y que, además, es humanista y, por lo tanto, justo ¿por qué hay que generalizar acerca de un «Monstruo» descontextualizándolo todo?

    Saludos de un socialista convencido.

    • Sáleh Abdurrahim 'Isa dice:

      Bismil-Lah r-Rahmani r-Rahim

      As salamu aleikum, hermano Rafael… Veo que ha creado controversia mi definición del Estado socialista como un «Monstruo». La frase correcta sería: «como un monstruo incapaz de acercarnos un ápice a la etapa socialista tras casi 70 años» , retiro lo de «monstruo» si es que ha ofendido a alguien, pero me mantengo en la postura de que desde el socialismo científico, expuesto por Carlos Marx, la única fórmula de acabar con las contradicciones es acabando con las clases sociales así como con el Estado, ya que éste implica, desde el punto de vista de Marx, no sólo formas de represión y mantenimiento de las contradicciones de clase, sino también connotaciones de contracción en sí mismas con lo que se ha dado en llamar Sociedad Civil.

      Tanto anarquistas como comunistas pretenderían acabar con el Estado, diferenciándose en las formas, ya que los segundos proponen una etapa de transición denominada como «Dictadura del Proletariado», que no tiene porqué implicar la existencia de un Estado. Desde ese punto de vista, yo sólo hacía referencia a la necesidad de reformular los postulados establecidos por Lenin y Stalin, y el Comunismo surgido en la Tercera Internacional, así como desde la socialdemocracia y la Segunda Internacional, ya que ambas posturas han demostrado que no se avanza hacia el fin de las contradicciones a través de los modelos de Estado que estas posturas proponían, o sea hacia el fin de la diferencia de clases y del Estado.

      En ningún momento pretendía hacer una crítica a otras posturas estatalistas cuyo objetivo es la imposición de un Estado, ya sea éste Totalitario o no, puesto que si lo que se pretende es mantener contradicciones sociales ya no tenemos más que hablar, puesto que partimos de pardigmas inconmensurables. O sea, no pretendía entrar en la discusión de si preferimos un Estado claramente burgués como el de Estados Unidos o España, o un Estado como el de Cuba o Venezuela. Sino más bien compartir, al igual que mi hermano Abdennur, mi visión de que el fin del Estado debe ser una prioridad para el cambio social, permitiendo la creación de nuevos modelos de organización basados en otro tipo de relaciones sociales. Visión compartida desde la Primera Internacional tanto por anarquistas como por Marx y sus partidarios (reconocidos en la actualidad bajo el nombre de marxistas)… Otras opciones, las respeto, pero no forman parte de mi análisis ya que mantienen las contradicciones propias del sistema capitalista o crean nuevas contradicciones y serían parte de lo que Engels denominaba como Socialismo utópico.

      Ma salama

  9. Hawa dice:

    A CADA HOMBRE SEGÚN SU MERECIMIENTO
    Una persona tendrá acceso a la experiencia y al conocimiento superiores en estrecha correspondencia con suvalía, su capacidad y sus merecimientos. De ahí que si un asno ve un melón, se come la cáscara; las hormigasse comen todo lo que pueden; el ser humano consume sin saber qué ha consumido.Nuestro objetivo es adquirir, mediante la comprensión del Origen, el Conocimiento que procede de laexperiencia.Esto lo consiguen, como en un viaje, sólo quienes ya conocen el Camino.La justicia de esta situación es la mayor que existe: porque este conocimiento no puede negarse a quien lomerece, pero no puede concederse a quien no es digno de él.Este Conocimiento es el único bien con capacidad discriminatoria, que aplica su propia justicia inherente.Yusuf Hamadan

  10. Hawa dice:

    EL SECRETO DE LA HABITACIÓN CERRADA
    Ayaz era el compañero inseparable y esclavo del gran conquistador Mahmud el Destructor de Ídolos, monarcade Ghazna. Al principio había llegado a la corte como un esclavo mendigando, y Mahmud le convirtió en su consejero y amigo.Los otros cortesanos estaban celosos de Ayaz y le observaban continuamente, con la intención de denunciarlo por algún fallo u provocar así su caída.Un día, esas personas celosas acudieron ante Mahmud y le dijeron:“¡La sombra de Alá cubre la Tierra! Habéis de saber que, siempre infatigables a vuestro servicio, hemos estado vigilando de cerca de vuestro esclavo Ayaz. Tenemos ahora que informaros de que cada día, en cuanto deja la corte, Ayaz entra en una pequeña habitación en donde no se permite entrar a nadie más. Pasa algún tiempo en ella, y después se va a sus propios aposentos. Tememos que este hábito suyo puede estar conectado con alguna culpa secreta: tal vez, incluso puede que esté unido a conspiradores, que tienen intenciones de quitar lavida a su Majestad.”Durante mucho tiempo Mahmud se negó a escuchar nada en contra de Ayaz. Pero el misterio de la habitación cerrada le daba vueltas en la cabeza, hasta que sintió que tenía que preguntar a Ayaz.Un día, mientras Ayaz iba hacia su cámara privada, apareció Mahmud, rodeado de cortesanos, y le pidió que le mostrase la habitación.“No”, dijo Ayaz.“Si no me permites entrar en la habitación, toda mi confianza en ti como hombre franco y leal se habrá evaporado, y en adelante no podremos mantener nuestra relación en los mismos términos. Elige”, dijo el fiero conquistador.Ayaz lloró, y después abrió de par en par la habitación y dejó que entrasen Mahmud y su personal.La habitación estaba desprovista de todo mobiliario. Todo lo que contenía era un gancho en la pared. Del gancho colgaban un manto raído y lleno de remiendos, un cayado y un cuenco de peregrino.El rey y su corte no podían entender el significado de este descubrimiento.Cuando Mahmud pidió una explicación, Ayaz dijo:“Mahmud, durante años he sido tu esclavo, tu amigo y consejero. He intentado no olvidar nunca mis orígenes, y por esta razón he venido aquí cada día para recordarme lo que era. Te pertenezco, y todo lo que me pertenece son mis harapos, mi cayado, mi cuenco y mi peregrinar por la faz de la Tierra.

    Cuan grande su obsesión enferma producto de la envidia, que no ven su maldad la trasfieren en ese humilde siervo que sólo tiene la joya de la Devoción, que no consiguieron romper, es algo unido en el Ser

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