Abdennur Prado: “como el lema de la Unión Europea, el islam propone la unidad en la diversidad”

Entrevista realizada por Fernanda Muslera para ABC
2-12-2009

¿Cómo es el acercamiento a Dios desde el islam?

El islam es el reconocimiento de nuestro sometimiento y dependencia de la Realidad Única. Significa abandonar nuestro egocentrismo y entregarnos a la fuerza matriz de la existencia, a Aquello anterior a nosotros mismos que nos dio la vida. El musulmán se confía únicamente a Dios y no reconoce a otro Señor. Sabe que de Dios vienen tanto lo bueno como lo malo, y a través de esta conciencia se libera de la idolatría de las causas.

¿Piensa que la relación con Dios es más individual que en otras religiones como el judaísmo o el catolicismo?

Sí y no. Es más individual en la medida en que toda la práctica de adoración del musulmán tiene por objeto conectarlo con Dios directamente, sin necesidad de ningún intermediario. Esto implica la ausencia de una iglesia y de jerarquías religiosas a las que los fieles deben obediencia, y por tanto la ausencia de un magisterio dogmático. También niega la mediación de una comunidad particular o un pueblo elegido. No es que el musulmán renuncie a las mediaciones, lo cual es imposible, sino que no las particulariza: las universaliza afirmando que Dios no puede ser fijado, sino que (como dice el Corán) “mires donde mires, verás la Faz de Dios”. Dios es más grande: no puede ser monopolizado por nada ni por nadie, y menos por una religión. Es una misericordia creadora que todo lo recorre, y esto ha sido así desde el principio de los tiempos. Por eso decimos que el primer individuo es el primer profeta: Adán, arquetipo del ser humano.

Pero es también colectiva, porque el reconocimiento de nuestra dependencia de Dios nos lleva a superar nuestro egocentrismo y nos hermana con el resto de la Creación. El verdadero musulmán no idolatra sus ideas, y por ello está siempre abierto al diálogo y a la búsqueda de soluciones de consenso. Hablaríamos pues de una individualidad no egocéntrica o de un individualismo solidario, basado en la idea de que todas las criaturas son uno en la divinidad.

¿Cuál es la concepción de Dios?

Dios es el Creador y Soberano de cuanto hay bajo los cielos y la tierra, la unicidad de todo lo creado, la fuerza matricial que crea el mundo a cada instante. No es un Dios personal: Él es la Realidad, la Paz, la Justicia, la Luz de los cielos y la tierra. Es al mismo tiempo inmanente y trascendente a lo creado. Está más allá de toda definición, es inalcanzable para las criaturas y no puede ser asociado a nada. Pero responde a aquellos que se confían a Él y se comunica al ser humano por medio de la revelación, a través de los Libros sagrados de todas las religiones y a través del Libro de la naturaleza.

¿En qué consiste el salat? ¿Ve diferencia entre esta oración y las de otras religiones?

Las religiones son muchas y las formas de oración diversas, por lo cual una comparación general resulta inapropiada. La salat es un ritual, consiste en una serie de gestos precisos, que enmarcan la recitación de la palabra revelada y culminan en la postración. La etimología de salat significa “abrasarse, desvanecerse”. No es una oración en la cual el creyente se sitúe ante Dios y le rece o ruegue, tampoco es un acto de meditación, pero sí de recogimiento. La salat se realiza cinco veces al día, en momentos muy concretos, relacionados con el ciclo solar. A través de la salat el musulmán trata de superar la barrera de su ego, extinguirse y dar paso a la Presencia de su Señor, diluirse para que sea Él quien lo conduzca.

¿Qué lugar ocupa el creyente frente a Dios y frente a su comunidad en esta religión?

Dice Dios en un hadiz: “no me abarcan ni los cielos ni la tierra, pero me abarca el corazón de aquel que se abre a mí”. Y dice el Corán: “Dios está más cerca del hombre que su vena yugular”. El ser humano es un vicerregente (en árabe, califa) de Dios sobre la tierra, encargado del cuidado del mundo. El creyente es aquel que se hace consciente de este cometido y actúa en consecuencia, abriéndose a Dios y al resto de la Creación, y luchando contra sus egoísmos y pasiones personales.

¿Qué rol ocupa la mujer en el islam?

No hay un rol diferenciado para la mujer. El mensaje del Corán se dirige al ser humano (al-insan), sin distinción entre hombres y mujeres. Aunque el islam haya sido interpretado tradicionalmente en clave patriarcal, la lectura del Corán nos muestra que existe igualdad en el plano espiritual. En las últimas décadas asistimos a la emergencia de movimientos que reclaman el retorno a la concepción igualitaria del Corán, frente de las tradiciones patriarcales y de las leyes discriminatorias hacia las mujeres musulmanas.

¿Que diferencia sustancial hay entre una mezquita y otro tipo de templos?

Mezquita significa, literalmente, “lugar de postración”. Una mezquita no es un templo ni debe ser consagrado por ninguna jerarquía. Más allá de los edificios creados para posibilitar la salat compartida, debemos decir que allí donde se reúnen un grupo de fieles para postrarse ante Dios, surge una mezquita. Por eso el Corán nos dice que toda la tierra es una mezquita.

¿En qué medida su arquitectura responde a una función?

La mezquita debe reflejar la desnudez a la que aspira el creyente en su entrega confiada al Creador de los cielos y la tierra. Suele ser un espacio diáfano y sin imágenes. Los únicos símbolos habituales son caligrafías del Corán. El minarete es el lugar desde el cual se llama a la oración, de modo que la llamada sea escuchada en la distancia.

¿Encuentra similitudes entre el islamismo y otras religiones? ¿Y en cuanto a su oficio religioso?

¡Muchísimas! Todas las religiones comparten los mismos valores esenciales. Desde el punto de vista coránico, todos los libros revelados por Dios contienen la misma revelación con diferente forma. El Profeta Muhámmad dijo: “Los profetas son hermanos e hijos de diferentes madres, pero su religión es una”. Esta unidad esencial de todas las religiones no afecta a sus diferencias formales y rituales. Cada creyente debe ser libre de seguir sus propias prácticas de adoración, desde la conciencia de que todas las religiones provienen del Dios único. Pero para el creyente, la identidad se sitúa por encima de la divergencia, del mismo modo que la Unidad se sitúa por encima de la multiplicidad. Mientras más nos alejamos de la Fuente más destacan las diferencias entre las religiones, llegando a transformar la religión en una ideología separada de las demás mediante doctrinas y barreras conceptuales. En este punto hay que ser sumamente claro: alguien que cree que su religión es la única vía de salvación legítima es un idólatra, en la medida en que reduce a Dios a una manifestación histórica concreta. Como el lema de la Unión Europea, el islam propone la unidad en la diversidad.

¿Cómo se podría definir la identidad musulmana?

No existe una identidad musulmana reductible a categorías políticas o sociológicas. Y, de hecho, existen musulmanes en los cinco continentes, con culturas muy diversas. Cada musulmán sentirá como parte de su identidad una serie de elementos culturales propios de su tierra. De este modo, la identidad de un musulmán malayo puede estar más cerca de la de un cristiano malayo que no de un musulmán senegalés. Como musulmán europeo, me siento más vinculado al pensamiento posmoderno que a la cultura árabe.

Siendo así, la única identidad musulmana que reconozco es la centrada en una serie de creencias y de prácticas: el Corán como Libro revelado, la misión profética de Muhámmad, el apego a la salat… y sobretodo de valores: el anhelo de justicia, la generosidad, la hospitalidad, la compasión con el débil, el amor a la verdad, la sinceridad, el valor, la paciencia y el coraje ante las adversidades, la humildad, la cortesía y el respeto hacia los otros… Es por ello una identidad capaz de encuentro y de sincretismo con otras identidades, en la medida en que se reconozcan dichos valores como universales, propios del ser humano en tanto que criatura solidaria, capaz de trascendencia.

¿Cuál ve la situación de los musulmanes actualmente en el país? ¿Qué clases de estigmas siguen estando presentes?

La situación es crítica: precariedad social y organizativa, discursos islamófobos y rechazo social, discriminación con respecto a la religión mayoritaria, dificultades para ejercer con normalidad los derechos religiosos… a abrir mezquitas, a ser enterrados según el rito islámico, a tener acceso a la alimentación halal…

El discurso islamofobo vincula el islam a la violencia, al totalitarismo y a la discriminación de la mujer, crea un estereotipo negativo que vela la humanidad de los musulmanes. Los musulmanes son juzgados como una masa peligrosa y refractaria a los valores de occidente. La islamofobia es el antisemitismo del siglo XXI: todos y cada uno de los estereotipos que antaño se lanzaron contra los judíos se reproducen ahora con los musulmanes como víctimas. En España, la islamofobia está ligada a la persistencia del nacional-catolicismo, que vincula de forma esencialista lo español a una concepción reaccionaria (ultramontana) del catolicismo, que poco tiene que ver con el mensaje de Jesús. Si el catolicismo es considerado el núcleo de la identidad española, es evidente que los seguidores de otras religiones seremos considerados como una amenaza para dicha identidad. Esto se acentúa en el caso del islam, por razones históricas. La única solución pasa por reforzar el Estado de derecho frente a las visiones tribalistas, combatir la islamofobia, desarrollar la libertad religiosa y recuperar la memoria de al-Andalus como parte de nuestra identidad.

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11 Responses to Abdennur Prado: “como el lema de la Unión Europea, el islam propone la unidad en la diversidad”

  1. Abenyusuf dice:

    Salam,
    Excelentes respuestas, me identifico con ellas. Me parece muy oportuno insistir en no asociar el islam a un pensamiento total y estanco opuesto a un supuesto «Occidente cristiano», o en nuestro caso, una «España católica». Me anima siempre leer tus pensamientos.
    Con la paz,

  2. Lyon dice:

    «la islamofobia está ligada a la persistencia del nacional-catolicismo, que vincula de forma esencialista lo español a una concepción reaccionaria (ultramontana) del catolicismo»

    Mire, si Ud. quiere respeto para su religión o su movimiento político, porque realmente «su» Islam es más bien político, solo hay que ver cuánto incluye en su página articulos copiados de publicaciones de extrema-izquierda como Rebelion ¿Por qué insiste en denigrar en su página webislam.com al clero y la jerarquía católicos además a los millones de católicos que profesan esta religión?

    Es cierto que el catolicismo es una parte de la identidad católica de la misma manera que el Islam lo es de países como Marruecos, Argelia, Tunez, Egipto,… La identidad de los pueblos creo que debe ser respetada al menos. La Reconquista para bien o para mal duró siete siglos y por supuesto que marcó la identidad de España.Que la actual identidad española se forjó contra el Islam es algo admitido por todos los historiadores. Es un hecho que debe ser admitido y no puede ser menospreciado. ¿Ud. cree que podria denigrar al clero musulman egipcio, marroquí,.. en estos países?

    Por otra hacer creer a sus correligionarios que el catolicismo no tiene que ver con la identidad católica es tan solo una manera de fomentar la desinformación y por supuesto envenena el necesario dialogo entre las dos religiones.

  3. Jose dice:

    En mi opinión, es cierto que la sociedad española está vinculada al catolicismo. Ahora bien encuentro desafortunado el calificativo de «nacional-catolicismo». Pues podriamos equipararlo a ese término que tanto molesta al Islam, como es la Islamofobia. Cuando hay una opinión contraria muchas veces por desconocimiento, es calificado de comentario Islamofobo.
    España, no es un pais donde haya un sentimiento, naciona-catolico, más bien todo lo contrario.
    Ahora bien si hay una tradición cultural-catolica, y esta existe por todas partes.
    Separar, desarraigar ciertas «costumbres», como llamar fiestas de invierno a la navidad…(y cosas por el estilo), por ese mal intencionado, laicismo social,a mi parecer es un error.
    Estas costumbres son parte de una cultura y tradición, y forma parte de nosotros.
    Pienso que deberiamos, compatibilizar y complementar, nuestra sociedad haciendo los actos sociales más plurales. No eliminando estas festividades relacionadas con la religión catolica, como si eso fuese malo. sino como actos sociales, reflejo de la pluralidad social. Implementando para conseguir una mejor convivencia y entendimiento, con actos de otras confesiones. Pienso que no es imcompatible poder desarrollarse en una sociedad plural, siempre que no agredamos a la sensibilidad, sea esta religiosa, social y/o política.
    Bien que cuando hay elecciones próximas, todos los partidos sea de la tendencia que sea, tiene su espacio en la sociedad, para desarrollar su campaña. Porque hay que reducir al reflejo católico de la sociedad, o cualquier otra religión.

    saludos

    Un saludo.

  4. Lyon dice:

    Comparto gran parte de lo que Ud. dice Sr. José. No creo que la actual iglesia Católica española tenga mucho que ver con la iglesia que venimos llamando nacional-católica de los años cuarenta,… Identificar la iglesia Católica actual con la de aquel periodo es realmente una provocación.

    En cuanto a los de la celebraciones festivas, no veo que se deba desacralizar fiestas que tienen en nuestro país un sentido católico, ya la URSS intentó invertar la fiestas de invierno con «Papa nieve» y la cosa no salió muy bien como se pudo ver,…

    En cuanto a lo que Ud. dice de crear un dialogo con otras confesiones aprovechando la Navidad sería por supuesto interesante si el Islam se aviniera a éllo, pero opino que el dialogo entre las religiones debe hacerse desde un punto de vista intelectual, debe ser un serio intercambio constante entre personas doctas y no debe ser circunscrito a las fiestas religiosas. No creo que desde el punto de vista religioso haya grandes problemas en entenderse las religiones, cuando se tiene la voluntad de entenderse y no de imponerse con la violencia o la coacción. El dialogo sin coacciones es siempre fructifero.

    Ud, habla de los aspectos religiosos, Ud. trata al Islam como una religión, yo creo que una gran parte del Islam, como puede Ud. ver en la revista webislam.com tiene un fuerte componente político que por supuesto es incompatible con la división entre religión y estado consustancial en la cultura Occidental. Yo creo que el Islam debería en primer lugar adaptarse a Occidente este sentido: DEJAR SU COMPONENTE POLÍTICO, lo cual es mucho más difícil de lo que parece, tenga en cuenta por ejemplo que en esencia la cultura islámica no tuvo un tratado de Westfalia en donde se separó para siempre la religión de la política, por otra parte en Occidente, especialmente en Francia cada vez hay más territorios controlados completamente por los islamistas en donde se aplica la Sharia, lo cuál causa alarma entre el resto de la ciudadanía incluyendo los musulmanes moderados.

    En resumen, si nos atenemos a los aspectos religiosos, los musulmanes no deben tener ningún problema en erigir sus lugares de culto ni con la práctica de su religión como otra de las multiples confesiones que existen en España, pero el problema surge cuando exigen al resto de la sociedad una serie de cosas muy difíciles de conceder, me refiero por ejemplo a la exigencia de comida halal en establecimientos públicos, piscinas públicas separadas para las mujeres musulmanas, que los musulmanes en los hospitales públicos sean atendidos por personal del mismo sexo, que los musulmanes no pueden ser enterrados en cementerios municipales, reclamando terrenos gratuitos a los ayuntamientos, los cuáles de acuerdo con la ley de 92 los tienen que conceder, que las musulmanas puedan hacerse el carnet de identidad con el velo,… Todas estas cosas son más bien exigencias políticas más que religiosas estimuladas por los mismos dirigentes y que por supuesto dificultan su integración adecuada en Occidente.

  5. Jose dice:

    No me refiero a un dialogo entre confesiones, que desde luego nunca viene mal. Me refiero que en la sociedad debería haber lugar para todo tipo de manifestaciones culturales o religiosas. Los musulmanes podrían ir introduciendo en la sociedad una visión más clara,para que la gente entienda el origen y significado de su tradición, por ejemplo con la «Fiesta del cordero», de forma que con el tiempo esta fiesta sea más comprendida, por el conjunto de la sociedad. Se debe desmitificar el miedo al Islam, abriendolo al conocimiento social.
    El Islam, es mucho más que una religión, claro está. Y como tal es una forma de vida, en su amplio sentido de la palabra. Por ello hay que moderarlo y compatibilizarlo a nuestro sistema democrático. Por ello no se debe de marginar. Y esto se consigue como digo abriendolo a la sociedad y explicandolo. Esto, obviamente no es fácil. Por ello hay que trabajar en educar en valores adecuados a unos y a otros.

    gracias

  6. muyahid dice:

    La verdad es que resulta de lo más anodino escuchar este tipo de discurso esencialista en el que se atribuye a occidente valores eternos como «la división entre religión y estado consustancial a la cultura occidental». Por supuesto, el siguiente paso es hablar, como ocurre muy a menudo, del «despotismo oriental» o del «fatalismo musulmán». Eso me permite recordar lo que algunos «orientales» afirman sobre Europa y occidente. A saber, que los occidentales, además de su «división entre religión y estado», son los responsables, entre otras cosas, de más de 60 millones de muertos a lo largo de dos guerras mundiales (por cierto, guerras que nada tienen que ver con la religión, sino con razones mucho más «terrenales»), y del exterminio de pueblos enteros en nombre de la civilización. Alguien podrá decir que esta es una afirmación muy injusta, por tratarse de una generalización. No le faltará razón, pero, desde luego, no es mucho más injusta que todas las frivolidades que suelen leerse y escucharse sobre las civilizaciones no occidentales, ya sean del Este o del Oeste.

  7. Ahmed dice:

    As.salamu alaykum wa rahmaullah,
    Yazaka Allah jairan Abdenur por poner una vez más los accentos donde corresponde.
    Sabemos perfectamente que el crecimiento de discursos islamófobos y demonizadores son fruto de la irritacion de algunos sectores por el crecimiento de la religion musulmana y cómo las sinagogas e iglasias se estan quedando vacias.De allí nacen los discuros que crean miedo en la opinion pública y qe llevan a tener resultados como los obtenidos en Suiza.
    Alguien dijo una vez que europa nunca fue realmente cristiana o que no aceptó el mensaje de Jesus tal y como se presentó,sino, que se trata de una mezcla con las prácticas romanas en la forma de la adoracion a Dios.
    Tamabien me sorprende que el diario ABC publique una com esta,aunque no suelo leerlo nunca, me parece que los medios han dado un giro, unos para bien y otros para …

    Fi amani llah

  8. Inma dice:

    Me parece un buen articulo…te hago algunos comentarios:

    Dices:»El islam es el reconocimiento de nuestro sometimiento»- En mi opinión es preferible decir «entrega», tiene mas significado positivo.

    Dices: «tiene por objeto conectarlo con Dios directamente, sin necesidad de ningún intermediario»- Me parece curioso que yo haya pensado asi siempre, aún no siendo musulmana. Creo que este punto es un acierto total en el Islam.

    Dices»Dios es más grande: no puede ser monopolizado por nada ni por nadie, y menos por una religión. «- Me parece una idea interesante, sobre todo porque creo que «Dios» y cualquier sociedad se enriquece con el diferente; cuando se respetan y se busca el equilibrio en la convivencia entre las distintas religiones…en mi opinión se está más próximo a la verdad de Dios.

    Dices:»En España, la islamofobia está ligada a la persistencia del nacional-catolicismo….La única solución pasa por reforzar el Estado de derecho ….y recuperar la memoria de al-Andalus como parte de nuestra identidad.»

    No puedo estar mas de acuerdo contigo. La visión de una España unida por una unica religion nacida de la reconquista…es una idea falsa. Hay muchas mentiras en nuestro pasado. La inquisición española borró la convivencia pacifica entre religiones, que si que la hubo, y tambien borró que el siglo IX la mayor parte de España era musulmana.

    Es fundamental que recuperemos nuestra memoria para que en este pais, de una vez por todas, vuelva a ver varias religiones y aprendamos a convivir y a seguir enriqueciéndonos y ….a seguir siendo la luz del mundo porque eso fué Al Andalus…lo que aun hoy no hemos conseguido.

  9. Inma dice:

    Xoxe Estévez : « El estado español tiene un triste privilegio, y es que se ha expulsado a muchísima gente: se empezó con los judíos en 1492; luego con los moriscos, en 1609; luego, los protestantes; después, los jesuitas en el XVIII; los liberales, en el siglo XIX; y finalmente, separatistas, comunistas, izquierdistas y todo tipo de personas non gratas, en el XX».

    Imaginate…lo necesitado que está este pais de recuperar Al Andalus …y estudiar nuestra historia como fué en realidad: enriquecimiento de distintas formas de ver la vida.

  10. Liberto dice:

    Paracelso definía a un verdadero médico: «Aquel que puede curar enfermedades es médico. Ni los emperadores, ni los papas, ni los colegas, ni las escuelas superiores pueden crear médicos. Pueden conferir privilegios y hacer que una persona que no es médico, aparezca como si lo fuera pueden darle permiso para matar, pero no pueden darle el poder de sanar; no pueden hacerle médico verdadero si no ha sido ya ordenado por Dios. El verdadero médico no se jacta de su habilidad ni alaba sus medicinas, ni procura monopolizar el derecho de explotar al enfermo, pues sabe que la obra ha de alabar al maestro y no el maestro a la obra. Hay un conocimiento que deriva del hombre y otro que deriva de Dios por medio de la luz de la Naturaleza. El que no ha nacido para médico, nunca lo será. El médico debe ser leal y caritativo. El egoísta muy poco hará en favor de sus enfermos. Conocer las experiencias de los demás es muy útil para un médico, pero toda la ciencia de los libros no basta para hacer médico a un hombre, a menos que lo sea ya por naturaleza. Sólo Dios da la sabiduría médica»

    Las Siete Reglas de Paracelso

    1º Lo primero es mejorar la salud. Para ello hay que respirar con la mayor frecuencia posible, honda y rítmica, llenando bien los pulmones, al aire libre o asomado a una ventana. Beber diariamente en pequeños sorbos, dos litros de agua, comer muchas frutas, masticar los alimentos del modo más perfecto posible, evitar el alcohol, el tabaco y las medicinas, a menos que estuvieras por alguna causa grave sometido a un tratamiento. Bañarte diariamente, es un habito que debes a tu propia dignidad.

    2º Desterrar absolutamente de tu ánimo, por más motivos que existan, toda idea de pesimismo, rencor, odio, tedio, tristeza, venganza y pobreza.
    Huir como de la peste de toda ocasión de tratar a personas maldicientes, viciosas, ruines, murmuradoras, indolentes, chismosas, vanidosas o vulgares e inferiores por natural bajeza de entendimiento o por tópicos sensualistas que forman la base de sus discursos u ocupaciones. La observancia de esta regla es de importancia decisiva: se trata de cambiar la espiritual contextura de tu alma. Es el único medio de cambiar tu destino, pues este depende de nuestros actos y pensamientos. El azar no existe.

    3º Haz todo el bien posible. Auxilia a todo desgraciado siempre que puedas, pero jamás tengas debilidades por ninguna persona. Debes cuidar tus propias energías y huir de todo sentimentalismo.

    4º Hay que olvidar toda ofensa, mas aún: esfuérzate por pensar bien del mayor enemigo. Tu alma es un templo que no debe ser jamás profanado por el odio. Todos los grandes seres se han dejado guiar por esa suave voz interior, pero no te hablara así de pronto, tienes que prepararte por un tiempo; destruir las superpuestas capas de viejos hábitos, pensamientos y errores que pesan sobre tu espíritu, que es divino y perfecto en si, pero impotente por lo imperfecto del vehículo que le ofreces hoy para manifestarse, la carne flaca.

    5º Debes recogerte todos los días en donde nadie pueda turbarte, siquiera por media hora, sentarte lo más cómodamente posible con los ojos medio entornados y no pensar en nada. Esto fortifica enérgicamente el cerebro y el Espíritu y te pondrá en contacto con las buenas influencias. En este estado de recogimiento y silencio, suelen ocurrírsenos a veces luminosas ideas, susceptibles de cambiar toda una existencia. Con el tiempo todos los problemas que se presentan serán resueltos victoriosamente por una voz interior que te guiara en tales instantes de silencio, a solas con tu conciencia. Ese es el daimon de que habla Sócrates.

    6º Debes guardar absoluto silencio de todos tus asuntos personales. Abstenerse, como si hubieras hecho juramento solemne, de referir a los demás, aun de tus más íntimos todo cuanto pienses, oigas, sepas, aprendas, sospeches o descubras. por un largo tiempo al menos debes ser como casa tapiada o jardín sellado. Es regla de suma importancia.

    7º Jamás temas a los hombres ni te inspire sobresalto el día de mañana.
    Ten tu alma fuerte y limpia y todo te saldrá bien.
    Jamás te creas solo ni débil, porque hay detrás de ti ejércitos poderosos, que no concibes ni en sueños.
    Si elevas tu espíritu no habrá mal que pueda tocarte.
    El único enemigo a quien debes temer es a ti mismo.
    El miedo y desconfianza en el futuro son madres funestas de todos los fracasos, atraen las malas influencias y con ellas el desastre.

    Si estudias atentamente a las personas de buena suerte, veras que intuitivamente, observan gran parte de las reglas que anteceden. Muchas de las que allegan gran riqueza, muy cierto es que no son del todo buenas personas, en el sentido recto, pero poseen muchas virtudes que arriba se mencionan. Por otra parte, la riqueza no es sinónimo de dicha; Puede ser uno de los factores que a ella conduce, por el poder que nos da para ejercer grandes y nobles obras; pero la dicha más duradera solo se consigue por otros caminos; allí donde nunca impera el antiguo Satán de la leyenda, cuyo verdadero nombre es el egoísmo. Jamás te quejes de nada, domina tus sentidos; huye tanto de la humildad como de la vanidad. La humildad te sustraerá fuerzas y la vanidad es tan nociva, que es como si dijéramos: pecado mortal contra el Espíritu Santo.

    1º Lo primero es mejorar la salud. Para ello hay que respirar con la mayor frecuencia posible, honda y rítmica, llenando bien los pulmones, al aire libre o asomado a una ventana. Beber diariamente en pequeños sorbos, dos litros de agua, comer muchas frutas, masticar los alimentos del modo más perfecto posible, evitar el alcohol, el tabaco y las medicinas, a menos que estuvieras por alguna causa grave sometido a un tratamiento. Bañarte diariamente, es un habito que debes a tu propia dignidad.

    2º Desterrar absolutamente de tu ánimo, por más motivos que existan, toda idea de pesimismo, rencor, odio, tedio, tristeza, venganza y pobreza.
    Huir como de la peste de toda ocasión de tratar a personas maldicientes, viciosas, ruines, murmuradoras, indolentes, chismosas, vanidosas o vulgares e inferiores por natural bajeza de entendimiento o por tópicos sensualistas que forman la base de sus discursos u ocupaciones. La observancia de esta regla es de importancia decisiva: se trata de cambiar la espiritual contextura de tu alma. Es el único medio de cambiar tu destino, pues este depende de nuestros actos y pensamientos. El azar no existe.

    3º Haz todo el bien posible. Auxilia a todo desgraciado siempre que puedas, pero jamás tengas debilidades por ninguna persona. Debes cuidar tus propias energías y huir de todo sentimentalismo.

    4º Hay que olvidar toda ofensa, mas aún: esfuérzate por pensar bien del mayor enemigo. Tu alma es un templo que no debe ser jamás profanado por el odio. Todos los grandes seres se han dejado guiar por esa suave voz interior, pero no te hablara así de pronto, tienes que prepararte por un tiempo; destruir las superpuestas capas de viejos hábitos, pensamientos y errores que pesan sobre tu espíritu, que es divino y perfecto en si, pero impotente por lo imperfecto del vehículo que le ofreces hoy para manifestarse, la carne flaca.

    5º Debes recogerte todos los días en donde nadie pueda turbarte, siquiera por media hora, sentarte lo más cómodamente posible con los ojos medio entornados y no pensar en nada. Esto fortifica enérgicamente el cerebro y el Espíritu y te pondrá en contacto con las buenas influencias. En este estado de recogimiento y silencio, suelen ocurrírsenos a veces luminosas ideas, susceptibles de cambiar toda una existencia. Con el tiempo todos los problemas que se presentan serán resueltos victoriosamente por una voz interior que te guiara en tales instantes de silencio, a solas con tu conciencia. Ese es el daimon de que habla Sócrates.

    6º Debes guardar absoluto silencio de todos tus asuntos personales. Abstenerse, como si hubieras hecho juramento solemne, de referir a los demás, aun de tus más íntimos todo cuanto pienses, oigas, sepas, aprendas, sospeches o descubras. por un largo tiempo al menos debes ser como casa tapiada o jardín sellado. Es regla de suma importancia.

    7º Jamás temas a los hombres ni te inspire sobresalto el día de mañana.
    Ten tu alma fuerte y limpia y todo te saldrá bien.
    Jamás te creas solo ni débil, porque hay detrás de ti ejércitos poderosos, que no concibes ni en sueños.
    Si elevas tu espíritu no habrá mal que pueda tocarte.
    El único enemigo a quien debes temer es a ti mismo.
    El miedo y desconfianza en el futuro son madres funestas de todos los fracasos, atraen las malas influencias y con ellas el desastre.

    Si estudias atentamente a las personas de buena suerte, veras que intuitivamente, observan gran parte de las reglas que anteceden. Muchas de las que allegan gran riqueza, muy cierto es que no son del todo buenas personas, en el sentido recto, pero poseen muchas virtudes que arriba se mencionan. Por otra parte, la riqueza no es sinónimo de dicha; Puede ser uno de los factores que a ella conduce, por el poder que nos da para ejercer grandes y nobles obras; pero la dicha más duradera solo se consigue por otros caminos; allí donde nunca impera el antiguo Satán de la leyenda, cuyo verdadero nombre es el egoísmo. Jamás te quejes de nada, domina tus sentidos; huye tanto de la humildad como de la vanidad. La humildad te sustraerá fuerzas y la vanidad es tan nociva, que es como si dijéramos: pecado mortal contra el Espíritu Santo.

  11. Liberto dice:

    Hasta que no comprendamos la unión, que todos somos el otro, seguiremos como hasta ahora: divididos

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