Sobre el tema de ‘Dios’ en vez de ‘Al-lâh’ se ha escrito con profusión en los tiempos recientes. Existen argumentos en contra de la equivalencia, pero los argumentos a favor se sitúan por encima. Los musulmanes sabemos que no hay otra Realidad que Al-lâh, el Uno-Único, el principio indual de todo lo creado. Al-lâh es la Fuente de todas las tradiciones sagradas de la humanidad, es el Dios que se reveló a Zoroastro, a Moisés y a Jesús de Nazaret, que la paz sea con ellos. Sin embargo, muchos musulmanes castellano parlantes son reticentes a utilizar el Nombre Dios en vez del Nombre Al-lâh.
En primer lugar, porque el Nombre Al-lâh es el que aparece en el Generoso Corán: es por tanto un Nombre que ha sido revelado. Por el contrario, el Nombre Dios no pertenece a ninguna de las revelaciones conocidas. Recordaremos que Dios proviene de Teos, como versión latina del griego Zeus, y evoca un panteón de dioses de los cuales él es el supremo. Pero Al-lâh no es ‘un dios supremo’ desde el momento en que no hay nada fuera de Él. Hablando de Dios se puede hablar de un Dios escondido (Teos angostos), del Dios patético, del Dios personal, del Dios bueno, del Dios-hombre, del Dios del Antiguo Testamento o del Dios del Nuevo Testamento. Pero de Al-lâh a nadie se le ocurriría decir ‘el Al-lâh del Corán’ o ‘el Al-lâh del Evangelio’, como algo determinado y diferente. Esas expresiones carecen de sentido, son un absurdo lingüístico y muestran un desconocimiento total de lo que Al-lâh (Dios) es: la Realidad única, absolutamente indefinible y no susceptible de dichas determinaciones.
Otro problema es que el Nombre ‘Dios’ es masculino de ‘Diosa’. Atribuir a Al-lâh un género es inaceptable, un caso de antropomorfismo. Desde la cosmovisión islámica resulta difícil de aceptar como Nombre de Al-lâh una palabra que tiene plural y género. Aún aceptando que nuestro pensamiento tenga que pasar por una cierta objetivación para pensarlo, debemos tener siempre presente que Al-lâh no soporta dichas determinaciones, siempre está más allá de lo que podamos pensar de Él, siempre se amplía y se sumerge en nuevos horizontes.
En base a estos y otros argumentos semejantes, algunos musulmanes han afirmado, de forma contundente, la inadecuación del nombre Dios para nombrar a Al-lâh, como nombres que identifica a la divinidad en el Corán. En el ámbito del pensamiento andalusí contemporáneo nos encontramos con autores para los cuales este rechazo del nombre “Dios” se mezcla con la agresividad hacia el cristianismo. Ofrecemos dos muestras (y no importa ahora quienes sean sus autores):
1) Allah no es Dios ni es un dios. Un dios es un ser poderoso, más que cualquier ser humano, y el Dios de los monoteístas no es más que la sublimación de un dios entre los dioses, pero sin huir del dualismo camuflado entre los pliegues del concepto ‘dios’. El Tawhîd, el Sentido de la Unidad dentro del Islam, va mucho más allá de todo lo relacionado con los dioses. Identificar de entrada a Allah con Dios es negarse a la posibilidad de comprender su verdadero sentido entre los musulmanes. Allah no es un ser aparte, poderoso, misterioso e invisible (y por tanto refutable). Para los musulmanes Allah es la Verdad que articula todo lo real, es el misterio o la profundidad de todo lo que hay. El mundo constantemente nos habla de Él, nos dice que es Poderoso, Creador, Sabio, etc. Su trascendencia no es invisibilidad sino grandeza y majestad porque no es abarcado por nada. Por ello, entre los musulmanes no hay ateos. La diferencia que establecemos entre Allah y Dios no es un ejercicio de retórica. Hay diferencias abismales que estructuran mundos de representación distintos. Insistir en la diferencia es resaltar las claves que hacen tan distintas las espiritualidades cristiana y musulmana.
2) Allâh es más amplio que el concepto “Dios”. Bajo el nombre de “Dios” convertimos a Allâh en algo frío, distante, ineficaz. (…) Allâh no es “Dios” en la medida que entendamos por “Dios” algo que ya sabemos, algo cuyas cualidades conocemos y en cuya naturaleza hemos sido instruidos. Allâh no es “Dios” en la medida en que Allâh es algo que exclusivamente puede vivirse, experimentarse. (…) Dios, el Dios católico, acabó resultándonos una pantomima de cualquier experiencia auténtica de lo sagrado. Dios fue un modo insólito de esclavizarnos a una quimera, y sabemos que no tardará demasiado en que el espíritu humano lo encierre junto a los dioses del Olimpo en el lugar de las imaginaciones intrascendentes.
Estos ‘argumentos’ se refutan de la manera más simple poniendo de manifiesto que los cristianos árabes utilizan el nombre árabe de Dios en sus oraciones: Al-lâh. Nuestros autores afirman que ‘Al-lâh no es Dios’ e incluso que ‘Dios es un ídolo’. Según esto, los cristianos europeos son idólatras, pero los cristianos árabes no serían necesariamente idólatras por el simple hecho de utilizar el Nombre Al-lâh. Dado que los cristianos árabes rezan a Al-lâh, debemos deducir que rezan a algo distinto que los cristianos españoles, a pesar de que su creencia es idéntica. Dado que esto es absurdo, debemos concluir que si existen diferencias entre el cristianismo y el islam (que sin duda existen), estas no pueden reducirse a una cuestión de términos o de los nombres con que nos dirijamos a la divinidad, sino de prácticas, valores, cosmología y otros contenidos. Además, cuando Muhámmad introdujo el Nombre Al-lâh en el Corán, este ya era el Nombre para referirse a la divinidad utilizado por los cristianos árabes.
En otro lugar he descrito una experiencia decisiva a este respecto: Se trata del día del nacimiento de mi primera hija. Cuando subí a la maternidad, la pequeña lloraba en una cuna. Una mujer desconocida se me acercó y me dijo: ‘Dios es grande’. En un momento como éste, ¿qué importan los nombres ‘Dios’ o ‘Al-lâh’? ¿Acaso podemos decir que ‘el Dios’ que invocaba esa mujer es un ídolo, como algunos pretenden? Esa mujer, ¿era cristiana, judía, musulmana…? La respuesta carece de importancia. Lo importante es la empatía que se establece entre los creyentes cuando dejan de lado todo sectarismo y dirigen su mirada a la Creación de Dios, al milagro que representa el nacimiento de una niña. ¿Acaso el sentimiento que esa mujer expresaba al decir ‘Dios es grande’ no es el mismo que cualquier musulmán/a siente al decir ‘Al-lâhu Akbar’? Llamémosle Dios, Al-lâh, Brahmân, el Todo, lo Infinito… Todos estos Nombres son modos de orientarnos hacia una Realidad que nos sobrepasa. Cuando dos personas se dirigen al horizonte, ante la Inmensidad de lo creado, el sentimiento de asombro y de agradecimiento que las embarga es el mismo, a pesar de que uno exclame ‘Alabado sea Dios’ y el otro ‘Subhan Al-lâh’. Él permanece en el corazón de las criaturas, sentado sobre el Trono de Su Omnipotencia.
Existe, para terminar, un último argumento en relación a la no identificación y sustitución de Dios por Al-lâh, un argumento que no dudamos en calificar de gustativo. El sonido Dios es punzante y frío, carece de resonancia. La resonancia de la palabra Al-lâh está representada por la vibración y suspensión de la letra “l”, y la expansión que la sigue, la expansión enormemente suave del sonido “a” prolongado hasta una “h” inspirada, casi silenciosa, que nos deja en suspenso y nos entrega al mundo desde el mismo suspiro de Su Nombre. En esa exhalación final nos unimos a Su aliento. Recitación implica una gustación sonora a la que la palabra Dios no nos conduce. La comprensión se da como correlato de la repetición pausada de la palabra, cuando esa Palabra se ha internado en nosotros hasta una profundidad que nos es desconocida. Sólo entonces es posible la inspiración como desvelamiento del sentido de la Palabra. El Nombre Al-lâh se revela entonces como un tesoro al cual ningún musulmán puede renunciar.
No decimos que el Nombre Al-lâh no señale a lo mismo que el Nombre Dios, ni que sean dos cosas distintas. Es más: afirmamos que Al-lâh es Dios, que estas no son sino dos formas de nombrar a la divinidad Única. En definitiva, sin necesidad de afirmar que el Nombre Dios es una traducción castellana correcta del Nombre árabe Al-lâh, afirmamos que éste nunca podrá ser sustituido. Si sentimos esta sustitución como una pérdida no es al nivel de las ideas sino del saboreo. Así pues, aceptamos la traducción de Al-lâh por Dios, pero reclamamos el sabor del Nombre en nuestras respiraciones cotidianas.
Dice el Corán: Al-lâh está más cerca del hombre que su vena yugular.
Asalamo aleikum hermano Abdennur, leerle a usted es igual que subirse a una montaña rusa.
Hoy, me corresponde felicitarle por éste excelente artículo.
Es una cuestión que se ha tratado varias veces y no siempre con equilibrio. En muchas ocasiones esta cuestión se enfocaba partiendo de ciertos sentimientos anticristianos o de exageramiento del «hecho diferencial» fuera de lugar en gente adulta.
Más de un autor ha propuesto como términos más idóneos La Divinidad o La Deidad.
assalamu aleikum
me ha encantado leer este articulo.
un saludo.
No entiendo de qué hablan con «agresivididad anticristiana», «sentimientos anticristianos» para gente que sólo reivindica que no se nombre a Allah con el nombre con el que se han nombrado a los ídolos de todo tipo (dios). Dios es ILAH, no ALLAH
Señor Equinocio, no creo que se acabe de dejar de caer por aquí para «no entender» que algunos podamos prevenirnos de «sentimientos anticristianos».
Evidentemente, para sentimientos antis, los «antimusulmanes», que están siendo promovidos a todas horas por prensa, televisión y radio (algunas presumiendo de «cristianas»). Pero eso no quita que no exista lo otro también, aunque en mucha menor medida.
He dicho que, para mí, el término más apropiado es La Divinidad o La Deidad.
Usted afirma que Dios es Ilah. Tal como lo han entendido muchos, es así. Pero no todos.
Allah entonces ¿Como se traduciría a nuestro idioma?
Estimado hermano Abdenur
Al terminar de leer su articulo me quedé atónito y decepcionado ante la simplicidad de su contenido y lo poco académico que resulta por ejemplo citar a personas sin ponerles nombre ni explicitar sus referencias. Lo cual dice mucho de la credibilidad de su escrito y de la seriedad en su tratamiento del tema siendo presidente de la junta islamica catalana.
En tanto que traductólogo musulman y con especial interés en la hermenéutica y la traducción del texto sagrado (mi tema de investigación), me parece realmente insultante que trate un tema importante para los musulmanes de habla hispánica con tanta frivolidad que reza la falta del respeto. Le recuerdo (como ha dicho al principio de su articulo) que muchos traductores y no traductores han dedicado paginas y libros para explicar con verdaderos argumentos el porque no se puede traducir Al-lah por Dios, otros como Cortés explicaron la razón por la cual han optado por traducir Al-lah por Dios, argumentos que no comparto pero respeto (ver la introducción de la traducción de El Coran de Julio Cortés).
Al afirmar contundemente en su conclusión que Dios es la traducción correcta de Al-lah justificando su posicionamiento (si lo es) diciendo que los cristianos árabes a la hora de referirse a Dios utilizan la palabra Al-lah, delata de su poco conocimiento de la historia de esta palabra y del Islam en general. Le recuerdo que la palabra Al-lah tiene su origen en la época del profeta Ibrahim, y esta palabra, que se refiere al concepto de Dios Unico, fue utilizada tanto por los cristianos de la península arabica como por los Anifa que son los que creían en la religión de Ibrahim Alhanif (sasm). De ahí pasó al Islam con el profeta Muhamed como palabra y como concepto de un Dios Unico que no ha engendrado ni ha sido engendrado.
Pretender que la traducción correcta de Al-lah al castellano es Dios, basándose en este argumento, es omitir la diferencia entre los dos conceptos en las dos religiones que son el Islam y el Cristianismo. El concepto de Dios en Castellano, lengua de una cultura dominada por el judeocristianismo, viene relacionado con la Trinidad (padre, hijo y espiritu santo). Lo cual se contradice en su escencia con el concepto de Dios en el Islam que es el del Dios Unico. Este matiz importante, hace que en contextos específicos como son los textos religiosos o especializados, es más correcto no caer en la simplicidad y evitar la confusión que pueda causar utilizar Dios como traducción de Al-lah en el lector hispanico interesado y no forzosamente especializado en el tema.
Otra cosa es el contexto coloquial y divulgativo en el que utilizar Dios o Al-lah no tiene transcendencia más que anecdótica como pasó en la historia de la enfermera.
Para cerrar este comentario, solo le ruego seriedad en sus escritos, y un poco de humildad a la hora de tratar temas que no son forzosamente su especialidad. Le recuerdo que no por leer un libro de medicina uno es medico y tiene el derecho de ejercer como tal, lo mismo pasa con el iytihad, no por leer la traducción del Corán uno se otorga el derecho de interpretar y anular a otros que dedican la mitad de su vida o su vida entera en indagar el sentido profundo del Coran. Ademas, le recuerdo tambien que la traducción del coran es solo una interpretación del mismo en otra lengua de UN traductor, el iytihad se ejerce en el texto original que goza de diferentes niveles y esferas que no son al alcance de todos. Y por eso Al-lah no dijo claramente de preguntar a la gente del Dikr si no sabemos.
Espero que antes de soltar artículos como este, madure sus palabras con más profundidad y sobre todo respetar a sus lectores, que seguro que le agradecerán más cuidado en sus escritos y sobre todo más profundidad y seriedad.
salam aluykoum
Wa salam hermano Salah
Al leer tu comentario me quedo atónito. Dices que yo he afirmado de forma contundente que la Dios sea la traducción correcta de Al-lâh. He dicho qaue puede traducirse, en la medida en que ambos Nombres se refieren al mismo Creador, y que los árabes cristianos utilizan el Nombre Dios. Pero he afirmado también que el Nombre árabe AL-LÂH NUNCA PODRÁ SER SUSTITUÍDO, y que constituye UN TESORO QUE JAMÁS PODRÁ SER SUSTITUÍDO (citas literales). Por favor, vuelve a leer el texto, porque tú lectura inicial es incorrecta.
El citar los textos sin poner sus autores ha sido solo para no perjudicarles y no entrar en polémicas personales,que no vienen al cuento y a nadie benefician. No importan las personas sino los textos como una muestra de determinados posicionamientos.
Yo trato de ser serio en mis escritos, y por supuesto respeto a mis lectores. No tienes derecho a pensar otra cosa, aunque no estes de acuerdo con el contenido. Hablas de falta de seriedad, pero los argumentos ad hominem para refutar unos argumentos intelectuales no son pertinentes.
El interpretar el Corán no es un derecho. Es una obligación. Eso no quiere decir que uno pretenda alcanzar todos sus niveles de significado, sino que al recibir el Corán en nuestro propio corazón, Al-lâh nos revela lo que somos y nos ayuda a conocernos, insha Al-lâh. Y quien se conoce a si mismo, conoce a su Señor.
Cordialmente,
Abdennur
Estimdo Abdenur,
He vuelto a leer su articulo deseando en el fondo haberme equivocado, pero resulta que no. Lo que viene explicito en su articulo es que entre Dios y Al-lah no hay ninguna diferencia y le cito: “No decimos que el Nombre Al-lâh no señale a lo mismo que el Nombre Dios, ni que sean dos cosas distintas. Es más: afirmamos que Al-lâh es Dios, que estas no son sino dos formas de nombrar a la divinidad Única”. Ud afirma que Al-lah es Dios omitiendo conscientemente la diferencia entre ambos conceptos en las dos religiones que nos interesan. Si en el cristianismo Dios tiene un hijo (jesus) y es un principio fundamental del cristianismo, en el Islam uno de los fundamentos importantes es que Al-lah (y aquí repito lo que dije antes) no ha engendrado ni ha sido engendrado. Partiendo de esta base, uno no puede afirmar a la ligera que ambos conceptos son totalmente idénticos. Eso no quita que las dos religiones son monoteístas, y que creen en el mismo Dios. Solo que el concepto de Dios es parcialmente diferente. Negar esta diferencia no ayuda al acercamiento entre las dos religiones, más bien en crear confusiones. Si en el fondo las dos religiones comparten muchos conceptos, hay que aceptar que en otros no están del todo de acuerdo.
Vuelvo otra vez a decir que hay que distinguir entre dos contextos: el de los textos con vocación religiosa o especializados, y los textos o contextos de carácter divulgativos. A cada uno de éstos le corresponde razonamientos y decisiones especificas.
De sus argumentos, la verdad no me voy a extender más porque son argumentos subjetivos que no convencen por su carácter anecdótico y su falta de rigor académico.
Contestando su comentario sobre interpretar el Coran no es un derecho sino una obligación, le digo que estoy totalmente de acuerdo con él, y que como muchos soy de los que apoyan y piden una lectura contemporánea y hermenéutica del Corán, sólo que, como en toda disciplina, hay reglas que hay que seguir. Una de ellas es operar en el texto original y por ello hay que tener un dominio bastante alto de la lengua árabe. Las traducciones del Coran no son más que una interpretación individual del texto coránico de un traductor que tiene su circulo hermenéutico personal y colectivo. Lo digo porque he estudiado con profundidad las tres versiones del Corán en Castellano, la de Vernet, Cortés y Melara. Y ninguna de las tres corresponde con exactitud a testo original.
Luego hay que saber distinguir entre los principios eternos y estables y los principios cambiantes. Algo que en muchas ocasiones parece confundir en algunos de sus artículos.
Terminando le digo que es verdad que todos tenemos que hacer un esfuerzo, sólo que nadie es medico porque quiere, ni Muytahid porque desea. Descridibilizar a los Ulemas tachándoles de totalitarios por supuesto no es el camino para llegar a una mirada contemporánea del Coran.
Cordialmente,
Salah
Wa salam
Tú e-mail clarifica la confusión. Tú estásdebatiendo sobre el cristianismo, y no sobre la utilización o no del Nombre Dios. Para mí la palabra Dios no tiene por que relacionarse con la trinidad ni con la idea de Jesús (aleihi salem) como «hijo de Dios». De hecho hay muchísimos cristianos que no son trinitarios ni creen en el dogma de la encarnación. Y creo que ningún cristiano (ni siquiera los católicos trinitarios) creen que Dios haya engendrado a Jesús (as) Al hablar de «Jesús como hijo de Dios» lo hacen de forma metafórica. El problema es, claro, el dogma de la encarnación, que me parece inaceptable. Pero como te digo esto no tiene nada que ver con el Nombre Dios, y hay también budistas, musulmanes, bahais y otros que utilizan el Nombre Dios, sin que ello implique ninguna encarnación. Ya que hablas de falta de rigor académico, esta confusión me parece muy pobre.
Para mi esta claro que cuando una persona habla de Dios o de Al-lâh se refiere al mismo Creador de todo lo existente. Y eso con independencia de lo que unos y otros, en su ignorancia, le atribuyan. También hay musulmanes que atribuyen a Al-lâh cosas, como por ejemplo una lengua determinada en exclusividad, ¡como si Dios fuese árabe! Astagfirul-lâh, que Al-lâh nos libre de semejante idolatría.
Para mi el Corán increado está en una Tabla resgaurdada, es un mensaje universal que trasciende los soportes materiales, tanto la lengua que utilicemos como el soporte libro. La revelación trasciende toda categoría contingente. Y la lengua árabe está sujeta a cambios como cualquier otra. Y de hecho las mismas palabras tienen significados diferentes no solo a lo largo de los siglos sino para unas personas y otras, y eso en la misma sociedad. El lenguaje está cargado de sugerencias y de significados diferentes para cada uno. Al-hamdulil-lâh. Por eso la pretensión de encontrar el sentido unívoco de un versículo me parece pretenciosa, una muestra de arrogancia impropia de la humildad que se le supone a todo pensamiento islámico.
Estamos abocados a la subjetividad, se engaña quien no lo reconoce. Y que Al-lâh nos ayude a entender aquello que Él quiere revelarnos a cada uno de nosotros.
No podemos relegar la recepción del Corán a los expertos, el Corán pertenece por igual a todos los creyentes, sepan o no sepan árabe coránico. Al-lâh se revela a quien quiere y cuando quiere, y lo hace más allá de los soportes materiales a través de los cuales nosotros,en nuestra limitación, recibimos la revelación.
Un saludo,
Abdennur
Salam
Creo que lo ideal es estudiar el corán en su lengua original, el arábe clásico. Lógicamente el conocimiento del que profundiza en la revelación directamente de la fuente no puede ser igual al cocimiento de quien se queda en la superficie. Y por supuesto, las opiniones de ambos no van a pesar lo mismo ante Allah. A partir de ahí que cada cual haga lo que quiera, yo por mi parte prefiero adquirir el conocimiento y la sunna de los sabios de verdad, no de cualquier inspirado.
Saludos.
Salam Abdenur
solo paso para dejarte a ti y a los que van a leer este comentario una cita de un traductor importante del Coran donde confiesa que las traducciones del Coran son en su mayoria poco inocentes..
«El reconocido arabista Juan Vernet Ginés, doctor en Filosofía y catedrático en Lengua y Literatura Árabes por la Universidad de Barcelona desde 1954, entona el mea culpa. «En el Corán hay ciertos capítulos que ciertamente hablan con dureza, pero también algunas partes de la Biblia. Un problema que hay es que buena parte de las traducciones del Corán, y yo soy culpable también, se han hecho con textos medievales en la mano».
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Ramadan/rutina/Espana/elpepisoc/20080927elpepisoc_1/Tes
creo que es ahora más que evidente que las traducciones del Coran son solo una interpretacion hermenéutica de un traductor cuyas referencias son propias y por lo tanto no pueden ser objeto de Yjtihad.
no pretendo decir con eso que Al-lah habla en arabe, ni que los que no hablan arabe no tienen que ser musulmanes, muy lejos de mi estas ideas, lo que intento dejar claro es que sacar leyes del Coran tiene que ser en el texto original, porque las traducciones son solo una interpretacion entre otras que no pueden susituir el texto original en arabe.
por otra parte hay que dejar claro que los mas destacados Ulemas del Islam no son árabes (Al bukhari y Muslin por ejemplo), asi como muchos otros que han hecho que el Islam llega a ser lo que es ahora.. y espero que habrá mucho mas musulmanes que no tienen origen arabe que ayudan a avanzar y renovar nuestra vision del islam, solo que para llegar a ello hace falta muchos esfuerzos y sobre todo operar en el texto de orgen que es la clave y la referencia ultima en esta materia..
wa salamou alaikom
salah
he olvidado mencionar que no soy de origen árabe sino amazigh.. y que no soy nada panarabista.. tampoco nacionalista..
salam
Mis sinceras felicitaciones. Me ha gustado mucho su explicación. Sin embargo hay algo que me suena a panteísmo en sus expresiones y descripciones… seguiré detrás del Conocimiento. Un saludo.
Seguramente las críticas al cristianismo están justificadas pero a ver cuando los musulmanes son capaces de autocriticar su historia de esclavitud y guerras y aún más su actualidad, porque la Inquisición la tienen hoy en dia y no en el siglo XIII o XV como los cristianos; en muchos paises con tribunales islámicos donde se condena a la horca a los homosexuales, se cortan manos a ladrones, se condena a lapidaciones o a latigazos a demás de la intolerancia actual y no medieval a la gente de otras religiones en muchos paises con mayoría de población musulmana.
Estimado (o estimada) Celta
Me he quedado sorprendido con tu comentario, ya que no se corresponde en nada al contenido de este post. Yo no he criticado el cristianismo.
Por otro lado, te informo de que la auto-crítica es habitual en el marco del islam. Por mi experiencia, diría que mucho más que en el ámbito del cristianismo occidental, en el cual el sentido de superioridad es «lo normal».
Un saludo,
Abdennur
[…] ¿Puede sustituir en Nombre Dios al Nombre Al-lâh? […]
assalamu alaykum
No puedo , más que quedarme sorprendido con aquel que de manera ignorante acussa al islam de atraso señalando a los musulmanes, y quedandose tan ancho…
Creo que hoy en día ( en pleno 21 oye esccucha pleno siglo 21) quien está condenando a la muerte a montones de miles de personas, son por norma general blanquitos occidentales forrados de dinero: niños medianos y mayores muriendose de hambre y sed todos los años ( sobre todo en Africa, ahí tienes a los blanquitos esquilmando sus recursos), gente inocente reventada a bombazos en Afganistá, Irak,…. ( por los mismos blanquitos de paises con tradición cristiana, pero esta vez los que se hacen millonarios con las armas y las bombas) (miles y miles de personas mueren por no recibir una barata vacuna que los blanquitos originarios de paises cristianos fabrican pero no quieren regalar, pk no es negocio) y así, los ejemplos son muchos.
Quien es el salvaje????? y el retrasado??????, los musulmanes? jajaja
Se sorprende el citado Celta de la pena de muerte en El Islam. ¿ sabes cuantas personas inocentes están esperando la muerte en el corredor de la muerte en Estados Unidos?, no son pocas, que lo sepas. Además ,Una persona, no tiene la obligación según la ley de Islam ni de ser musulmán, ni de permanecer en un territorio con ley islamica, si no le gusta o no quiere. En cambio a los americanos inocentes que están en el corredor de la muerte no se les da opción.
La ley del Islam es luz, pureza , evidente grandeza y no obliga a creer ni a permanecer en un territorio a la fuerza ( gran libertad por tanto), pero los que decidan quedarse , tienen la obligación de acatar sus leyes.
Hoy en día ni incluso los paises de tradición islámica sus gobernantes aplican la sharía o ley del islam en su forma pura, sino que suele ser un sistema de gobierno nacionalista heredado de los mismo blanquitos ricachos y » avanzados» occidentales, un sistema, el nacional enfocado unicamente a seguir esquilmando recursos y aa ponerlos en » vías de desarrollo» como esos mismos blanquitos dicen.
y casi peor que esos asesinos desppiadados que lo unico que quieren es sguir llenandose los bolsillos me parecen esos ignorantes que con su actitud y televisivos argumentos ocultan la gran barbarie que hay organizada.
El califato que es la única forma original de gobierno valida en un territorio islámico, ya hace algunas decadas que fue derrocado poor una alianza de blancos ricos de paises cristianos. Que casualidad los mismos ricos blanquitos? casualidad?, no. Un califato islámico , la ley del islam prohibe la injusticia y por ende el juego de esos ricos asesinos. Ese es el motivo por el que las potencias occidentales se aliaron para acabar con el ultimo califato turco-otomano, porque el islam condena y persigue la injusticia y porque sabían que era el único gobierno existente capaz de enfrentarse a sus planes asesinos de riqueza mundial.
Atentamente Ibrahim al mayurqi
Me ha encantado el artículo, estoy de acuerdo con todos sus postulados, creo que sin excepción.
Wa salamo ‘aleicum wa ráhmatullah.
Mo’ámmer al-Muháyir.